Aunque parezca poco creíble, existían comunidades donde las mujeres se deformaban sus rostros o el cuerpo para evitar la esclavitud. Un fotógrafo libanés llamado Omar Reda viajó a algunos lugares para conocer a las jóvenes tribales de Etiopía que, actualmente siguen con estas tradiciones donde se colocan platos en la boca para evitar la explotación.
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Las tribu etíopes son conocidas por su estilo único, pues utilizan una gran variedad de colores entre sus collares, tocados de frutas y grandes platos que utilizan en el área de los labios.
Cada imagen muestra la sorprendente apariencia de las mujeres, éstas fueron capturadas por el fotógrafo Omar Reda, quien se aventuró y viajó al valle de Omo para reunirse con las tribu Hamar, Dassanech y Mursi.
Aunque su apariencia es admirable, sus trajes tradicionales se remontan a la época de la esclavitud, cuando las mujeres creían que las placas en los labios las harían menos atractivas para los propietarios de esclavos.
El artista de 32 años de edad, explicó que la tribu Mursi es conocida por la placa incrustada en el labio inferior. “Esta tradición comenzó durante la era de la esclavitud. Las niñas se deformaban para evitar ser escogidas como esclavas. Comienzan con un plato pequeño y se quitan los dos dientes inferiores”, señaló en una entrevista con Daily Mail.
Ahora se transformó en un signo de belleza, cuanto más grande es el plato, más hermosa es la mujer. Por otro lado, la tribu Hamar es conocida por cubrir el cabello y cuerpo con arcilla, mantequilla y grasa animal. Una vez que la mujer contrae matrimonio, ya no puede bañarse.
El collar en el cuello es el anillo de bodas y las conchas se consideran el accesorio más exótico. Las muñequeras metálicas y las conchas de mar son uno de los accesorios más reputados, la gente utiliza cualquier objeto para hacer accesorios.
Pese a que las tribus viven en la misma zona, el fotógrafo explicó que las tres tienen culturas diferentes. “Cada tribu tiene sus propias características en términos de estilos de vida, lenguaje, ropa y rituales. Lo único similar es el arte de la decoración que hacen, refleja la belleza y singularidad de las mujeres”, añadió.
Finalmente, Reda expresó que para él, Omo Valley fue un viaje muy especial, ya que pudo percibir la belleza y la vida que se vive en el lugar, pues consideró que Etiopía es un país majestuoso.