En el angosto pasillo al interior del Centro Médico Dr. Ignacio Chávez se acumula un grupo de personas, a simple vista podría tratarse de una escena cotidiana de cualquier hospital a la que se está acostumbrado, pues el área de urgencias o incluso los consultorios suele verse de esta manera, pero en la escena hay algo diferente.
Las casi 20 personas que rodean la puerta sonríen, platican entre sí, ríen y en su mayoría visten de rosa, algunos llevan flores, pero tienen algo más en común, todos esperan que de la habitación salga una persona.
Se abre la puerta y al interior se encuentra una mujer sonriente haciendo sonar una pequeña campana dorada en la pared, sonríe, todos aplauden, es una sobreviviente de Cáncer de Mama que acaba de concluir su tratamiento.
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Para Edhit Marbella González Fuentes este sonido, el tomar el lazo y dar la campanada significa una esperanza más de ser una sobreviviente, ya que durante un año y medio desde el día que recibió la noticia, la lucha fue constante.
Declaró que su primera campanada fue el 24 de diciembre, al concluir las 12 quimioterapias, la segunda el 26 de febrero, al terminar las 23 radiaciones y finalmente la tercera, el 06 de octubre, al recibir las 26 vacunas para concluir su tratamiento.
La primera simboliza que ya ha logrado pasar por todo el proceso, la segunda se da por las pacientes que aún continúan en la lucha por su salud y la tercera por las que ya no estan, esas que valientemente se quedaron en el camino.
"Siento una emoción que traigo una sonrisa de oreja a oreja, no me lo creo ni yo sola que ya terminé con esta batalla, el día de hoy he tocado mi campana, en donde he finalizado mis tratamientos y paso a ser una sobreviviente más", expresó.
Marbella González dijo que la emoción de dejar atrás el agotador tratamiento y pasar al monitoreo, el proceso de administrarse una vacuna, radiación o una quimioterapia, náuseas, mareos, llagas y todo lo que el tratamiento conlleva es muy grande.
"Vuelvo a ser yo, vuelvo a tener vida, aunque estaba viva con enfermedad, pero siento que vuelvo a tener vida con salud y que está la aprecio hoy más que nunca", comentó efusivamente.
Un proceso con muchas dificultades
El diagnóstico fue difícil, relató, pues tuvo que consultar con varios médicos, los cuales tenían resultados y opiniones diferentes sobre si contaba o no con la enfermedad, hasta que todo se decidió por una tercera opción, un tercer estudio que confirmó la enfermedad.
Las reacciones al momento de recibir la delicada noticia fueron diversas, acudió a la consulta con su hijo, quien en ese momento tenía 16 años. Edhit Marbella mencionó que al escuchar las palabras de la doctora no pudo evitar soltar una risa, probablemente por nervios, sin embargo, al ver a su hijo fuera del consultorio sintió un nudo en la garganta.
El tratamiento fue pesado, lleno de complicaciones durante los distintos pasos y procedimientos que este conlleva, con distintos fallos, dos drenes tapados, 21 días internada por una infección, un tercer dren encarnado que tuvo que ser retirado en quirófano, entre otras complicaciones.
"Me puse mala y pensaron que era una reacción de la quimio, hablaba bajito y casi no podía respirar, resulta que tenía uno de mis catéteres mal puestos y todo lo que me administraban en este se iba a uno de mis pulmones, así ha sido mi vida, durante esta enfermedad fue una 'tragedia' tras otra", agregó.
El apoyo de su familia fue fundamental para salir adelante, y está muy agradecida con ellos, sobre todo con su esposo, quien incluso perdió su empleo por apoyarla, esto por no dejarla sola durante su lucha.
"Yo no sé qué hubiera hecho sin él a mi lado, sé de personas que han perdido a su pareja por esta enfermedad, es una enfermedad fuerte y esta la vencí con el apoyo de mi esposo, de mi hijo y de mi familia".
Haciendo planes para el futuro
Compartió que de ahora en adelante buscará estudiar psicología, su plan es ayudar a personas que sufren la misma situación que ella, que pasan por esta difícil enfermedad, para ayudarlas a vencerla y, sobre todo en la parte emocional y que con esto, "vean que después de un diagnóstico y de la enfermedad hay esperanzas de vivir, después de esto tenemos vida".
"Quiero estudiar psicología, quiero poner en marcha un proyecto en el que pueda ayudar a muchas mujeres y decirles después de sus diagnósticos que saldrán adelante", añadió.
La sobreviviente recalcó que el punto más importante es la autoexploración, ya que con esto se puede detectar la enfermedad a tiempo, la cual es un enemigo silencioso y de esta manera combatirla lo antes posible.
"Quiero dar un mensaje, que se tomen muy a pecho la autoexploración, porque el detectarse esta enfermedad salva vidas", externó.
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Antes de retirarse de la sala, sobre la campana Edhit Marbella González Fuentes colocó un largo listón de color morado, en el cual otras pacientes podrán leer una pequeña fracción de su testimonio, para darse ánimos, tomar fuerzas, seguir luchando, el mensaje dice:
"El cáncer cambió mi perspectiva de vida, yo no sabía qué tan fuerte era hasta que enfrenté esta batalla. Hoy trato de ser siempre positiva y agradezco a Dios, a mi familia, a mis amigos, que estuvieron presentes siempre. Hoy 06 de octubre de 2024, Edhit González Fuentes".
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