Nuestro país es rico en leyendas e historias de terror y nuestro enorme Estado, no es la excepción. Así que hoy (y porque me quedo sin temas antes de Navidad) te presentaremos tres leyendas de Sonora que probablemente ya hayas escuchado.
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La mujer de blanco
Si sólo presentamos ese nombre tan despectivo, podríamos encontrar cientos de leyendas relacionadas a la aparición de una mujer vestida de blanco, pero aquí es conocida como la mujer de la carretera a Guaymas.
¿Nombre peculiar no? Bueno, la leyenda cuenta que cuando se viaja a altas horas de la noche por la carretera Hermosillo-Guaymas, una mujer aparece en medio de la nada, pidiendo un aventón.
Por lo general, las historias relacionadas a ella involucran exclusivamente a hombres y que después de subirse en la parte de atrás del coche, en un cierto momento desaparece sin dejar rastro (al menos no provoca accidentes como en otras leyendas similares).
Si preguntan nuestra opinión, creemos que lo más sano para todos es no dar raite a desconocidos que sin motivo aparente están en medio de la nada por la carretera.
El casino del diablo
Sin duda, una (o la) de las leyendas más famosas de nuestro Estado y al igual que la leyenda pasada (y un sinfín de historias más) se pueden encontrar historias similares por el resto no sólo del país, sino de Latinoamérica.
Pero en esta ocasión nos centraremos en la capital sonorense, pues en Hermosillo existen unas peculiares ruinas de una construcción sobre un cerro, donde se cuenta fue un popular casino que cerró una noche tras la aparición del mismo diablo.
La leyenda (y que la escuché más de una vez por parte de familiares) cuenta cómo una joven quería ir a una fiesta junto a sus amigas, sin embargo, su madre le había negado el permiso, por lo que ella se escapa.
¿Se preguntan dónde fue la fiesta? Pues en el famoso casino, en el que la chica y sus amigas bailaron, tomaron y pasaron un gran rato.
De repente, la joven es cortejada por un chico muy guapo y galante, con quien baila y se divierte, pensando (posiblemente que es una de las mejores noches de su vida).
Sin embargo, de un momento a otro el aire se vuelve sumamente pesado y un fétido olor a azufre comienza a inundar todo el lugar.
Desde aquí la historia tiene variaciones, por un lado, cuenta que la joven miró hacia abajo para ver con horror cómo el chico tenía una pata de chivo y otra de gallo y de un momento a otro todo el casino se incendió.
La otra variación dice que un borracho que estaba tumbado en una parte del lugar, miró que el chico en vez de pies tenía las mentadas patas, y al gritar que era el diablo, en medio de la conmoción, el ahora diablo toma a la chica entre sus brazos y riendo a carcajadas sale volando por los aires, quemando el casino a su paso.
Hacienda Las Delicias
Seguimos con las historias de finales trágicos, pero ésta a diferencia de la anterior, con tintes más reales, y, sobre todo, que la construcción sigue totalmente en pie y en uso.
Viajamos hasta el pueblo mágico de Álamos, donde en una hacienda existe la leyenda de la “Casa de Las Delicias”.
¿De qué trata esta leyenda? Pues, está relacionada a un amor prohibido con un fatídico final. La historia cuenta que una joven se enamoró perdidamente del jardinero de la hacienda, situación que para la época no era bien vista por su familia.
A pesar de esto, la chica se miraba casi a diario y a escondidas en un panteón con su amante y un tiempo después decidieron fugarse y casarse.
Cuál sería su sorpresa que el día de su boda (que sinceramente me sorprende que decidieran hacer una boda como estaban las cosas) sus padres mataron al mismo novio para evitar el casamiento.
Sin embargo, la joven totalmente destrozada del corazón y con el vestido de novia puesto, se quita la vida colgándose desde su balcón de la hacienda y así estar toda la eternidad con su amado.
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Hasta el día de hoy, se dice que en el sitio se puede ver a la pareja rondando la zona, ¿te atreverías a visitarla?