Madelina López es ingeniera en Biotecnología, su pasión por la profesión la motivó a crear su propia empresa de biocosmética para ofrecer productos para el cuidado y el bienestar de la piel haciendo cambios en el rostro sin necesidad de requerir alguna cirugía.
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Hace un año inició con Destella, un proyecto creado con jabones que consiste en embellecer el rostro de su público con productos 100% naturales, de manera que hagan brillar y resaltar la piel de sus clientes a base de ingredientes libres de químicos.
“Destella nace de destellar, de brillar, de que todas las personas puedan resaltar la belleza de manera natural, se inspira en piedras preciosas ya que hace alusión a los minerales que contienen cada uno de ellos”, mencionó.
Cuenta con 8 estilos diferentes de jabones los cuales llevan nombres de piedras preciosas como Amatista, Ambar, Esmeralda, Opalo, Perla, Geoda, Ruby y Diamante Negro, los cuales tienen distintas funciones y se especializan un tipo de cutis como rostro graso, piel madura, entre otros.
“Dure alrededor de 12 años en Ballet, al tiempo me convertí en maestra, después me asignaron un proyecto de baile que trataba de la Bella Durmiente, al final de este se casa el príncipe y le regala joyas a la princesa y empiezan a bailar, entonces cuando empecé a idear el concepto pensaba que iba a ser de pajaritos, pero yo tenía en la mente las joyas de la bella durmiente y entonces me gustó la idea que iba a hacer sus jabones en forma de piedras preciosas”, señalo.
Le llevo aproximadamente un mes pensar en el nombre de la empresa para dar una identidad a su marca hasta que finalmente llegar a Destella. Madelina diseña y elabora los jabones y con apoyo de su familia logran llevar su producto a algunos municipios del Estado, actualmente tiene 6 sucursales en Obregón y 3 en Hermosillo.
“Disfruto la cosmética, los colores, poderme maquillar, yo pienso que con todo lo que está sufriendo el planeta debemos hacer algo por ellos, la industria del maquillaje es extensa pero no la del natural, hay que ayudar y aportar al planeta y no consumir productos realizados con muchos químicos”, manifestó.
Durante el primer año ha vendido alrededor de 100 piezas y los favoritos dependen de cada temporada como por ejemplo el jabón perla y rubí.
“Ha sido sencillo porque me gusta mucho, lo difícil es que estuvieran bonitos y que se viera un trabajo artesanal en ellos, eso fue lo más difícil que me ha pasado, pero teniendo el producto se ha dado solito, se venden y a la gente les gusta mucho”, afirmo.
El proceso de elaboración puede tardar entre 4 a 5 horas desde moldear, colorear, agregar los aditivos hasta el secado. El tamaño es igual para todos, solo tienen formas y colores distintos y su precio es de $130 cada uno y $115 en Obregón por ser consumidores locales.
“Cuando pensé en hacer este trabajo, me gusto por ser algo natural, por los minerales, son piedras hermosas y también porque era algo que yo podía pagar sin pedirles a mis papas, así que hice una inversión inicial con lo que había ahorrado de mi otro trabajo y desde ahí empezó todo, llegué a tener una bolsa con 3 kilos de jabón que no servicia porque echando a perder se aprende”, dijo.
Madelina considera que su trabajo le ha traído mucha satisfacción pues ha recibido buenos comentarios sobre su trabajo; también la manera en que una gema preciosa se puede convertir en un jabón y pueda estar al alcance de tus manos, ya que cada pieza es especial y esta detallada a manera que puedas regalar a un ser querido.
“Me ha dejado creer en mí, saber que hay marcas grandes y pensar que yo puedo llegar a ellas y que puedo lograr grandes cosas, quiero que mi producto sea reconocido y que la gente sepa que los ingredientes están pensados para el cuidado de la piel”, afirmo.
A pesar de haber cerrado su negocio durante los días de contingencia, no ha sido un impedimento para que la emprendedora continúe con su trabajo en línea y siga recibiendo grandes cantidades de pedidos especiales de su producto.
“Me siento más grande de lo que pusiera ser porque yo me voy reinventando de acuerdo a mis conocimientos, de mi baúl de los recuerdos de la universidad voy sacando lo que aprendí, cosas de laboratorio y formulas y voy aplicando y eso me hace sentir orgullosa sobre que aprendí bien y tuve buenos maestros, creo en mí, en mi producto y creo que puedo llegar a ser la unas de las marcas reconocidas de piedras preciosas de todo México”, menciono.
Para finalizar, Madelina recomienda a todos los emprendedores a no tener miedo y lanzarse a hacer lo que más les gusta y si ya hiciste el producto tratar de dar un giro o un toque distinto, ya que ella considera que, aunque haya miles de productos de cosméticos, ella aporta algo diferente con Destella de una forma natural y considera que su producto puede llegar muy lejos.