Durante todo el año se pueden apreciar diferentes tradiciones, pero en la época navideña resultan ser aún más y muy variada, cómo la historia del muérdago.
En muchas películas estadounidenses, se puede ver que esta tradición es una de las favoritas para los enamorados, pues debe haber un beso de por medio.
Seguramente muchas personas no comprenden lo que este arreglo navideño significa ni mucho menos el porqué se utiliza durante las fiestas de Navidad.
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Para comprender un poco sobre la historia del muérdago, en El Sol de Hermosillo te contamos lo que representa.
¿Qué es el muérdago?
Muérdago es una planta de tipo parasitario, lo que significa que crece en contra de otros árboles para poder robar su agua y los nutrientes que necesita para sobrevivir.
Por esto es común ver muérdagos crecer en grandes álamos o manzanos, ya que su gran tamaño le permite tener vida por mucho tiempo.
El muérdago produce un fruto en forma de baya, es decir una pequeña bolita que en algunos casos puede resultar tóxica al consumirla en grandes cantidades.
Durante varios años este fruto se ha utilizado de forma medicinal y ha sido protagonista de investigaciones sobre tratamientos contra el cáncer por sus propiedades que fortalecen el sistema inmune.
Existen dos tipos de muérdagos, los de frutos rojos que es más típico de Estados Unidos y es el que aparece en las películas de Navidad. El muérdago de frutos blancos o amarillos es de origen europeo y no suele ser tan común.
En Sonora por ejemplo se da el muérdago desierto o mezquite muérdago, una planta hemiparásita originaria del sur de California y que es común ver en algunas zonas desérticas del estado.
¿Por qué es una tradición Navideña?
La tradición navideña surge en Europa, ya que desde siempre han considerado el muérdago como una planta “mágica” que posee propiedades especiales.
Esta planta mantiene su tono verdoso aún en temporada de invierno y por esto la cultura celta la relacionaba con la creación de la vida y la fertilidad.
Además, muchas familias decoraban sus casas durante los solsticios de invierno y verano, pues pensaban que el muérdago protegía su hogar, una creencia que con el tiempo se extendió hasta la edad media.
En la actualidad, forma parte de las decoraciones navideñas ya que sus coloridos frutos y hojas combinan perfecto con la esencia de esta época.
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Beso bajo el muérdago
En las películas siempre se explica que si una pareja se encuentra parada bajo una de estas plantas “mágicas”, se debe dar un beso, pero, ¿de dónde surge esta creencia?
Para explicar esta tradición, se tienen dos teorías, una de ellas viene de los antiguos griegos, quienes pensaban que el muérdago no sólo era una planta que formaba la vida y la fertilidad, sino que poseía poderes de conciliación.
Es por esto que si los amigos, familia o pareja se encontraban molestos unos con otros, concluían la reconciliación con un beso bajo el muérdago.
Por otro lado, la mitología escandinava explica algo similar, con una historia en la que, la Diosa Frigg llora la muerte de su hijo Baldr a manos de Loki, asesinado con una flecha de muérdago, en el que las bayas blancas se formaron con las lágrimas que ocasionó la pérdida.
Al presenciar tal sufrimiento, los otros dioses deciden resucitar a Baldr, acto que motivó a Frigg, a declarar al muérdago como la planta del amor y la paz.
Desde ese momento, toda pelea, discusión o guerra, debía detenerse y los involucrados rendían honor al muérdago a través de un beso o un abrazo.
En el siglo XVII los ingleses convirtieron la mitológica tradición en un ritual de enfoque romántico en los días de Navidad.
Su práctica consistía en amarrar el muérdago del techo para que una mujer se colocara debajo, así uno por uno los hombres le daban un beso sin poder rechazar ninguno.
Estos besos podían tener un significado de amistad o de romance, y al dar un beso cada persona debía quitar un ramillete de muérdago, hasta terminar con la planta y con los besos.
Actualmente la tradición tiene otro sentido, pues para que sea considerado una muestra de verdadero amor, se debe dar el beso bajo el muérdago durante la Nochebuena, acto que refuerza el amor de una pareja.
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