Al sur del estado de Sonora encontramos un espacio realmente increíble, donde se fusionan diferentes ecosistemas que podemos encontrar en otras partes del territorio sonorense de manera independiente, no solo es la conjunción del desierto con el mar, en Navopatia, Huatabampo, hay mucho más que eso.

Manglares, el Mar de Cortés, el desierto sonorense y el que para muchos expertos es considerado el más grande bosque de pitayos del mundo, una especie que se puede encontrar en diferentes regiones de México, pero que en Sonora es todo un símbolo por el simple hecho de ser la planta que produce una de las joyas del desierto, como es el fruto de la pitaya.

Con una vasta vegetación que ahí converge, la presencia del agua en los manglares y esas aguas muy tranquilas que se pueden disfrutar ahí, para hacer todo tipo de actividades acuáticas, entre las que destaca el kayak, ahí llegan visitantes de todo el estado y del vecino estado de Sinaloa, ya que se encuentra muy cerca de la frontera entre ambas demarcaciones.

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El tesoro escondido del sur de Sonora

Este espacio es realmente único, ya que cuenta con una barrera natural, una franja de tierra que lo separa del Golfo de California y forma una especie de bahía, con una entrada de agua salada por el lado sur a 10 kilómetros de distancia, casi en territorio sinaloense.

En un video de la televisora del gobierno sonorense, Telemax, nos comparten un video, donde nos muestran imágenes de ese lugar, que son realmente increíbles, muchas de ellas del experto fotógrafo de naturaleza sonorense Rada SC, donde se puede apreciar la magnificencia de esta parte del sur de Sonora.

“¿Conoces Navopatia? Es un pequeño poblado en el Municipio de Huatabampo, es un tesoro natural escondido en Sonora con manglares, un bosque de pitayos y refugio de aves migratorias, justo donde termina el calor del desierto e inicia un ambiente tropical”, relata el video.

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Todo este ecosistema resulta de mucha importancia para la biodiversidad de la región, ya que estos manglares, junto con el matorral espinoso costero, son el hogar de diversas especies de flora y fauna que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta, además de otras que lo toman como punto de descanso en su proceso migratorio de cada año, por lo que las especies que se pueden encontrar ahí son muy variadas.

“En este sitio se estima, según estudios realizados por especialistas, que está el bosque de pitayos más grande del mundo, con una extensión original de 50 mil hectáreas, un ecosistema único en la región, una fusión del mundo desértico y el marino, nuestro estado nunca deja de sorprendernos”, finaliza.

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