Con palabras escritas desde su corazón, Manuela Cortez Jácome dedica un poema a sus compañeros del sector salud que se encuentran en la lucha contra el coronavirus, enfermedad que ha acabado con la vida de miles de personas en el país, entre ellos enfermeros, médicos y personal de los hospitales.
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Manuela es enfermera jubilada del IMSS N°8 en Caborca, Sonora, fueron alrededor de 28 años que dedico su tiempo, cariño y paciencia en el cuidado de los pacientes que llegaban al hospital; entre sus compañeros es mejor conocida como Nelly, la enfermera que lleva sonrisas a cada consultorio o cuarto de hospitalización con sus escritos o calaveritas cada año.
Ante la difícil situación en la que se encuentran los trabajadores del sector salud, exponiendo su vida y a sus familiares por la terrible enfermedad, asimismo el acoso y discriminación en las calles, Nelly escribió un poema para en honor a los héroes con capa.
“Tengo una hija que es enfermera, entonces ella me platica todo lo que pasa, lo que es traer el uniforme para estar en el área del covid, como pasan horas sin poder ir al baño, sin comer nada, sin tomar agua, sufrir el sofoco, el calor y después al salir cuidarse de la gente en las calles”, mencionó en entrevista para El Sol de Hermosillo.
La careta, el cubrebocas, el traje especial, guantes no son suficientes para evitar el miedo que se tiene por contraer el virus, la tristeza de ver a los pacientes irse de este mundo después de haber hecho todo lo que estaba en sus manos, también salir del trabajo con ropa de civil para no ser agredidos por los ciudadanos, es lo que viven día a día el personal de salud.
“Como enfermera me duele mucho porque yo siempre estuve bien orgullosa de mi uniforme, yo era feliz poniéndome mi cofia, gafete, mis zapatos blancos y de salir con mi uniforme cuando terminaba mi turno, yo siempre estuve orgullosa y ahora saber que no pueden salir y portar su uniforme porque la gente les hace daño me hace sentir mal y triste”, expresó.
Manuela recuerda con cariño su estancia en el hospital, el trabajo que realizaba a diario y la relación que tenía con sus compañeros de todas las áreas, asimismo la comunicación que había entre los familiares y pacientes que llegaban al lugar.
“Desde hace muchos años escribo, es algo que me gusta y disfruto mucho, inicié escribiendo calaveritas para cada fin de año para todos los trabajadores del hospital, enfermeros, intendencia, administrativo y la gente disfrutaba todo lo que escribía, también en una ocasión escribí un poema cuando nació mi nieto y también cuando tuve una discusión con mi hermano”, compartió.
Hace unos días llegó su hija a casa y le comentó todo lo que pasaba nuevamente, la incertidumbre al salir del hospital y el pensar qué pasará después al llegar de nuevo a su hogar.
“Cuando me dijo todo eso mi hija, me dio mucha tristeza y coraje, entonces comencé a escribir, me llevó 3 minutos, a mí se me facilita escribir, hasta que logré ese texto y entonces mi yerno me ayudo a checarlo y me hizo correcciones y me explicó unas cosas”, dijo.
Después de haber concluido con el poema lo envió a su amiga, quién es jefa de enfermería en el hospital para que lo compartiera con sus compañeros enfermeros y médicos para que conocieran su sentir y en forma de apoyo a cada uno de ellos.
“Yo lo leo y pienso que estos son mis sentimientos que están ahí, no es que ponga algo por ponerlo, es de verdad lo que yo siento, yo me sentí muy triste por mi hija cuando me estaba contando porque ella se tuvo que ir a vivir a otro departamento y me dejó a mi nieta para cuidarla mientras pasa esto, solo la vemos los domingos por dos horas y de lejos, eso nos duele mucho”, mencionó.
Nelly compartió que se siente orgullosa de su profesión y la de sus compañeros, asimismo por todos los que trabajan en el sector salud, también siempre viene a su memoria el trato que le daba a cada uno de sus pacientes para alegrarles la vida y lo mucho que disfrutó trabajar en el hospital.
“Yo les puedo decir a todos que no se sientan amenazados por el personal de salud, ellos jamás les harán daño porque están para cuidarlos, protegerlos y para hacer todo lo mejor que puedan por ellos y a mis compañeros les digo que le sigan echando ganas y sigan adelante como lo han hecho en las buenas y las malas, van a venir tiempos mejores, siempre habrá una luz al final del túnel, vamos a salir de ésta”, concluyó.