Al concluir sus estudios universitarios, Ernesto Tejeda fue aceptado en una de las mejores escuelas de ingeniería en Estados Unidos para continuar con su posgrado, fue en ese momento cuando descubrió el amor en una persona de su mismo sexo fuera de su país. Ante las adversidades, leyes o religión el joven comenzó su lucha por los derechos, aceptación, orientación sexual y el respeto por las personas Lgbtq+.
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Ernesto Tejeda es originario de Hermosillo, Sonora, pero desde hace 10 años vive en la Ciudad de México, tiene 38 años de edad, es ingeniero civil y educador. Su mayor propósito en la vida es contribuir en la educación de los jóvenes mexicanos para la toma de decisiones en sus estudios académicos profesionales.
Es fundador de la Consultoría en Admisión Prep2U, donde se brinda ayuda a jóvenes interesados en continuar sus estudios en otras partes del mundo, entonces se hace el contacto con las mejores universidades y también se apoya con la elección de la carrera y el proceso de admisión. Asimismo es maestro de matemáticas en bachillerato en el programa Aprende en Casa.
“La educación es parte de mi vida y uno como docente tiene muchas responsabilidades, una de las principales es enseñarle a mis estudiantes la importancia de ser congruentes consigo mismos, el camino al bienestar. México y el mundo fuera diferente si todos fuéramos congruentes con uno mismo”, mencionó.
El maestro compartió que su objetivo es compartir parte de sus conocimientos e ideologías con sus estudiantes sobre la congruencia que debe de tener con uno mismo, el amor a uno mismo, así como también el desarrollo de la conciencia social y tener un amor profundo por México pues de eso dependerá entender, contribuir y a generar un mejor país.
Años atrás en su regreso a México, Ernesto habló con sus padres sobre su orientación sexual y sentimental, pues había encontrado el amor en otro país, la aceptación de su familia fue una parte fundamental para continuar con sus planes de vida y así dar comienzo a su historia de amor.
“Cuando salí del clóset les comenté a mis padres que tenía pareja, que era hombre y llegaría a la casa a pasar las fiestas navideñas, mi mamá me hizo unas preguntas y mi papá se fue a comprar un colchón para que durmiéramos cómodos, esos detalles que he tenido el privilegio de tener y entiendo no todos tienen las mismas experiencias, pero al final cuando uno es congruente y hablas con la familia las cosas se entienden”, expresó.
Ernesto contó que el apoyo de su familia ha sido incondicional desde el primer día, pues creció en un ambiente donde se hace visible la manera de cómo tratar a las personas independientemente de su orientación sexual, identidad o expresión de género, ya que siempre se dirigen con respeto y crean canales de comunicación afectivos para entablar una conversación.
“Es muy importante la familia no sólo biológica sino aquella que elegimos tener, muchas veces no tenemos el apoyo de platicar abiertamente cómo nos sentimos, en que pensamos pero vivimos en una sociedad heteronormada, machista y es difícil hablar estos temas porque aún existe un tabú de hablar de esto”, explicó.
Fue en Estados Unidos cuando asistió por primera vez a una marcha Lgbtq+, en ese momento se percató que no sólo iba a celebrar el día, sino que se encontraba en una lucha por los derechos que no son otorgados y ahí se detonó su interés por participar en otras actividades como trabajar con los derechos humanos, derechos Lgbtq+, recaudación de fondos para la investigación y posible vacuna para el VIH, entre otros.
El joven aseguró que nunca existe el momento adecuado para salir del clóset, pues cada persona decide cuándo es el momento indicado y el sentirse bien con uno mismo, es por ello que considera importante la visibilidad todos los ámbitos educativos, laborales y familiares para hablar de estos temas e informar sobre los derechos que tienen como persona.
“Para mí es compromiso social esto de hacer activismo porque fui rechazado por algunos miembros de mi familia cuando se enteraron de quién me había enamorado y eso me dolió mucho, las cosas cambian y es difícil liderar eso entonces empecé a ser un poco más visible, estaba involucrado cada vez más en activismo Lgbtq+ y conocía más instituciones”, dijo.
Uno de los objetivos principales de Ernesto es vivir en un país informado sobre los derechos de la comunidad Lgbtq+, asimismo que haya más políticas públicas a favor, que sean aceptadas las identidades de género y que sea más la gente involucrada para apoyar a las distintas comunidades.
“Admiro mucho a la gente que es congruente consigo mismo independientemente de lo que la sociedad pueda llegar a pensar, esto de haber vivido en otros lugares me ha hecho entender, valorar, respetar y admirar a las personas que tienen expresiones e identidades diferentes y que han pasado por un momento de transición”, añadió.
El activista compartió que desde hace 10 años se dedica a oficiar bodas Lgbtq en la Ciudad de México, así como también participó con la creación del Escuadrón de la Salud que presentó el Gobierno federal para posicionar el semáforo de riesgo donde se incluyeron personales de la comunidad Lgbtq+.
“Estuve en marchas, plantones, iba a los juzgados y muchos me decían que si por qué lo hacía si no era de ahí pero vivía en ese lugar y no son los derechos de California, son derechos humanos, no es cuestión geográfica o política, ahí conocí a mucha gente, me involucré mucho y entendí lo que quería hacer de mi vida”, declaró.
Finalmente Ernesto señaló que en Sonora aún falta la aprobación de matrimonio homosexual, adopción homoparental, infancias trans, entre otros temas, sin embargo, se sigue trabajando en ellos y se espera que se aprueben para que más personas se informen sobre las peticiones y los derechos humanos de las personas.
“Las personas que quieran involucrarse, acérquense a conocer y entender, a hacer un ejercicio de conciencia social por el país, es una minoría muy grande la comunidad Lgbtq+ en el mundo y se puede trabajar para que las cosas mejoren, hay que tener la mente abierta, enfocarnos en las pasiones y lo que queremos hacer en la vida para poder seguir adelante, si me preocupa me ocupa y todo siempre va a estar mejor”, concluyó.
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