Uno de los juegos lingüísticos más famosos y antiguos que existen es el de los palíndromos, que son palabras o frases que se leen igual en un sentido que en otro, pueden o no tener sentido, ahí el reto para componerlos es el de hacer que coincidan perfectamente en ambos sentidos de la lectura, por eso entre más largos son mejor valorados, por la dificultad que representa crearlos y que en matemáticas es equivalente a la capicua.
El tecnicismo fue inventado en inglés (palindrome) por Ben Jonson en 1629, aunque los palíndromos tenían milenios de existir, así sin nombre, incluso existe uno de origen latino que es un palíndromo múltiple, el famoso “cuadrado mágico”, dice lo mismo leído horizontalmente, verticalmente, hacia adelante y hacia atrás. Se encontró en Pompeya y otras ruinas romanas y es de hace varios siglos.
Hay palíndromos en la composición musical de Bach, Haydn, Beethoven y Schubert, también se habla de palíndromos en la química del código genético, en la física de los agujeros negros, donde se considera la posibilidad de que el tiempo corra hacia atrás: “El reloj de arena es el palíndromo del tiempo”, hay palíndromos por todas partes, se puede decir que todo espejo crea palíndromos entre la imagen y la realidad.
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En específico, en el lenguaje escrito, hay libros completos dedicados a este tipo de composiciones donde se manejan miles de palabras que coinciden perfectamente, para empezar aquí te dejamos algunos básicos y de los más conocidos:
Anita lava la tina
Anita, la gorda lagartona, no traga la droga latina.
Dábale arroz a la zorra el abad.
Sé verlas al revés.
La ruta nos aportó otro paso natural.
Las Nemocón no comen sal.
Anás usó tu auto, Susana.
Adán no cede con Eva, Yavé no cede con nada.
Así Mario oirá misa.
Al escritor francés Georges Perec se le atribuye el palíndromo más largo del mundo, que fue publicado en 1969 y se trata de una novela que consta de 1,300 palabras y que se puede leer tanto de izquierda a derecha como de derecha a izquierda. Por otro lado, el que va más cargado de sentido y belleza en sentido poético, es probablemente el que escribió el venezolano Darío Lancini, y que tituló "Amor Azul":
“Amor azul
Ramera, de todo te di.
Mariposa colosal, sí,
yo de todo te di.
Poda la rosa, Venus.
El átomo como tal
es un evasor alado.
Pide, todo te doy: isla,
sol, ocaso, pirámide.
Todo te daré: mar, luz, aroma”.