El amor a primera vista es rápido al momento de formar una relación, pero la pandemia ha separado a muchos del afecto mutuo por una sana distancia, provocando rupturas en tiempos actuales.
Tal es la historia de Emilio y su exnovia Livis, quienes pidieron cambiar sus nombres para contar su separación a causa del Covid-19 y sus complicaciones.
Su historia comienza en septiembre de 2018, cuando un joven de 20 años observó a su amada por simple casualidad y quedó flechado por ella, al tiempo logró encontrarla en Facebook.
Y sin dudar un solo momento comenzó a enviarle mensajes, así como la manera de tener un pretexto para conversar con ella, hasta que notó un gusto similar en memes, razón por la que Emilio se animó a decirle. —Hola amiga ya vi que reaccionaste a dos de mis memes. ¿De casualidad no te gusto yo? —a lo que Livis solo respondió. —No confundas las cosas amigo.
Lo que abrió una conversación más profunda al paso del tiempo y que fue reforzándose cada día, a pesar de ello la joven no respondía siempre y es por eso que Emilio como todo buen hombre con dignidad le volvía a escribir.
Hasta que días después volvieron a escribirse y a sentir confianza el uno del otro, al punto de que hablaban todos los días por semanas.
“Un día yo estaba trabajando y me mandó un mensaje Livis, que decía ‘me gustas, pero no estoy lista”, contó.
Sin embargo, la joven para ese momento ya sabía que su pretendiente estaba fascinado de ella y sin mostrarse evasiva.
Le reconfortó darle tiempo y aceptar verse en la misma escuela el 15 de noviembre de 2019, donde tomó a la chica del brazo y comenzaron a salir juntos.
Para entonces, Emilio sabía de otra persona que amaba a Livis y sin importarle que estuviera presente, él bajó las escaleras de su colegio y se acercó a la joven, lo que dejó en duda a sus conocidos y al otro pretendiente.
Y a los pocos días, ya como una pareja tuvieron su primer beso, el 19 de noviembre, “ella estaba ahí en la escuela y le dije ‘cierra los ojos’ y le robé un beso, me acuerdo que se puso roja, roja y ahí empezamos a andar”, platicó.
“Habíamos quedado de acuerdo de ir con unas siete personas a ver una película y el punto es que todo mundo nos fue cancelando ese día, pero yo ya tenía planes de pedirle que fuera mi novia, así que llegué al cine con un regalo”, añadió Emilio.
La belleza de su amada le impidió prestar atención a la película y se dedicó sólo a admirarla hasta que terminó la función y salieron camino a una nevería.
Decidido y con valor Emilio sujetó del brazo a Livis para decirle “pues la neta ya estuvo bueno, ya se te acabó tu mes de prueba gratis, la neta es hora de que te suscribas. ¿Quieres ser mi novia?”, y con una sonrisa le dijo que sí.
“Ahí fue cuando empezó de verdad lo bonito porque yo salí con otras personas anteriormente pero nunca me había enamorado de verdad, nunca, hasta que la conocí a ella y todo muy bien me acuerdo que de ahí a que cumplimos un año no hubo cosas trascendentes”, recordó.
Los problemas y la pandemia
Sin embargo, fue al paso de un año que la relación empezó a fallar, cuando perdieron contacto y una serie de eventos desafortunados que tambalearon las emociones de ambos.
A pesar de las discusiones por celos, equivocaciones y enojos, el tiempo entre ellos se reducía poco a poco, hasta el momento de acumularse problemas en casa para Emilio, en la escuela y el trabajo, así como el fallecimiento de su abuela por causas naturales y una edad avanzada.
“Lo feo en ese entonces fue en febrero, ya el mundo se me estaba viniendo encima, tenía problemas por todos lados y pues no sé por qué pero de una forma muy inmadura, por tonto supongo me empecé a distanciar de ella”, reconoció.
Pero al sentir Livis que ambos se comenzaron a distanciar, hablaron entre ellos para llegar a la conclusión de que era un mal momento, que intentaron superar en 2020.
Fue ahí cuando dejaron de verse, lo que motivó mucho el desánimo de Emilio al punto que su vida perdió el rumbo por un tiempo, “y así me pasó, tenía muchos problemas en la escuela, problemas en mi casa, problemas en el trabajo y me empecé a distanciar de la única persona que me daba soluciones”.
Y Livis, siendo una mujer que necesita de mucho amor, comenzó a sentir la ausencia de su pareja hasta el punto de ir a terapia juntos, descubriéndose de este modo que sus prioridades eran distintas.
La ruptura
Después de cuatro meses de intentos con un psicólogo y la falta de atención, aunado al aislamiento y la carencia de tiempo en la relación ambos, llegaron al punto de mostrar su incomodidad y decidieron terminar por la paz.
El 8 de agosto de 2020, en una cita de terapia de parejas Emilio llegó con una diferencia de 20 minutos; para entonces, la tensión entre ambos y la de su terapeuta era demasiado, por lo que hablaron por más de una hora.
“Me dijo que ya que no se sentía cómoda y yo le dije que okey que es respetado porque tenía razón, entonces mi indiferencia o inmadurez que había en ese momento pues hizo que nos separaramos, pero para serte honesto, yo te diría que nunca pude sostener una relación por redes sociales no te estoy diciendo que ese sea un pretexto ni nada por el estilo; pero en cierto punto la cuarentena hacía efecto en la costumbre que teníamos de vernos todos los días, de perdida tres o cuatro horas eso me afectó mucho”, relató.
La esperanza prevalece
A pesar de ello, ambos volvieron a escribirse al paso de unos meses y a visitarse de manera ocasional para hablar de lo que pasó y lo que fue de ellos, así como de las malas decisiones y acordaron estar listos para volver en un futuro.
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“Te estoy hablando de que eso puede ser en cinco días o cinco años, pero en algún momento va a pasar y ahorita pues estamos hablando todo tranquilo pero pues los dos sabemos que vamos a volver, cuándo no sé, pero va a suceder”, aseguró Emilio.