Enamorado de la cultura mexicana, de la carne asada y de su mujer sonorense, se describe Eduardo Berterretche Sicari, un uruguayo que llegó a México hace más de 17 años con la misión de conocer ciertos lugares y terminó por quedarse.
Con 49 años, el originario de Montevideo platicó sobre su historia y su presente, ahora en Hermosillo, luego de que por azares del destino hizo desde hace unos años de Hermosillo su lugar de residencia.
En entrevista con El Sol de Hermosillo, narró que durante el 2007 visitó este país para disfrutar de unas vacaciones, pero luego de conocer algunos destinos turísticos y de ser motivado por uno de sus amigos a quedarse, decidió extender su estancia.
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Durante ese lapso conoció a Janeth de Luna, una cajemense que lo cautivó y fue así que decidió entablar una relación primero de amistad, luego de amor con ella.
“Lo que pasa es que mi esposa es de Obregón, ella trabajaba en Hermosillo, pues ella cubría puestos de CFE en Ciudad de México, ahí la conocí, empezamos a salir y lo demás es historia”, describió.
En el tiempo que duraron como novios visitó en varias ocasiones a la familia de su pareja en Ciudad Obregón, pero después ella tomó la decisión de mudarse a Hermosillo por cuestiones de trabajo y ahora los encuentros se daban en esta ciudad.
“Cuando llegué a Hermosillo, después de conocer a la familia de Obregón, en esas idas y venidas vi que Hermosillo crecía de una manera grande y había oportunidades, fue ahí que se me ocurrió poner una pizzería y mudarme para acá”, relató.
Eduardo y Janeth tienen alrededor de nueve años de casados y tienen una hija de 6 años, que nació en esta capital, la cual han acogido como su lugar de residencia.
“Lalo” no tuvo la oportunidad de cursar una carrera universitaria, sólo llegó hasta sexto año de liceo en Uruguay (casi terminaba la preparatoria) donde estudiaba la asignatura de Ciencias Naturales, pero asuntos propios lo llevaron a tomar la decisión de abandonar el colegio y tomar otro camino.
Su gusto por las pizzas se convirtió en negocio
Su gusto por preparar pizzas estilo Uruguay se convertiría años después en el proyecto que le daría estabilidad económica en Hermosillo, al abrir su primera sucursal del “Perro Cimarrón, Pizzería Uruguaya”, ubicada en el número 423 del bulevar Solidaridad en la colonia Viñedos al Norponiente de la ciudad.
Con un concepto innovador, debido a que ofrece ese alimento con dimensiones que alcanzan hasta un metro de longitud, además del buen sabor por la calidad de los ingredientes que maneja, se ha convertido en una de las opciones preferidas de los fanáticos de esta comida.
“Lo de las pizzas se tenía dominado, los platillos que manejo también son ensalada y pasta, comida típica de mi país; uno de los ingredientes principales es el tuco (salsa de tomate) gusta mucho, mira, las pizzas que hago son originarias de mi país, de un metro, donde todas las combinaciones fueron hechas por mí y creo que han gustado a la gente”, expresó.
Con respecto al nombre “Perro Cimarrón”, explicó que es en referencia a una raza que hay en su país, la cual es considerada un emblema por ser la única pura, autóctona y que durante momentos claves fungió como parte simbólica de lealtad en la guerra de independencia, al ser compañero de batalla de los generales.
Su estancia en esta ciudad ha sido placentera, describió, ya que además de tener a su familia ha logrado forjar grandes amistades, al conocer a personas sinceras y dispuestas a ayudar cuando se les necesita, sin embargo las altas temperaturas es algo con lo que no se lleva muy bien.
Se enamoró de Hermosillo, su gente y la comida
“Lo único que cuestiono es el calor que hace aquí, para mí Hermosillo me parece una ciudad maravillosa, hay oportunidades y su gente; tengo en mi negocio un escrito que dice “Sonora tierra de gente recia y sincera”, comentó.
Al ser un municipio que cuenta con una ubicación privilegiada por tener desierto, playas, pueblos y demás atractivos cercanos, considera que aquí pasará el resto de su vida.
“No he tenido ningún problema con nadie, todos me han abierto las puertas, estoy muy a gusto aquí, me parece que es muy especial”, agregó.
Entre sus planes está abrir otra sucursal, pero debido a la pandemia tuvo que detener esa aspiración, aunque ahora que se ha reactivado todo vuelve a ponerse esa meta a un mediano plazo.
Fanático del futbol, principalmente del equipo del Peñarol, reconoce que en México se vive una pasión similar por ese deporte, aunque en el caso de Hermosillo se da más por el beisbol, por ello cuando asiste al estadio a ver los partidos de los Naranjeros, le da emoción ver la algarabía del público, pero sabe que al ser su esposa de Obregón, está 'obligado' a irle a los Yaquis, expresó sonriente.
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En lo que respecta a la gastronomía sonorense, sostuvo que hay platillos muy ricos, por lo que en ese aspecto no extraña tanto a su querido Montevideo.
“En mi país se come carne, hasta hace poco tenían el primer lugar en consumo en carne, la calidad es increíble, pero acá no se quedan atrás, se come muy rico. Extraño mi país, es mi identidad, pero estoy tan a gusto en México que todo indica que aquí me quedaré para siempre”, exclamó.
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