Pareciera el desierto de otra parte el mundo, de esos más inhóspitos donde la vegetación es casi nula, por las adversidades del clima en esas zonas, donde el calor puede arrasar con toda forma de vida y dejar panorámicas monocromáticas, donde sólo la arena predomina en todo lo que la vista puede abarcar.
En Sonora tenemos, y muy cerca de Hermosillo, un lugar así con esas características, pero con un plus, tiene el mar enfrente, lo que lo constituye en una playa increíble, con arena fina y pura, con aguas cálidas y calmas, un lugar poco conocido, pocas veces explorado y con una rara y rupestre belleza natural, se llama Playa Sahuimaro.
Este fascinante lugar se encuentra ubicado a 38 kilómetros al sur de Bahía de Kino, sobre el litoral sonorense y para llegar ahí son 109 kilómetros desde Hermosillo y la ruta es por la carretera 26, seguir hasta llegar al mar por esa misma rúa, es decir no desviarse al sur como cuando se dirige al Colorado o al Choyudo, siempre es hacia el oriente hasta llegar a los campos que llevan el mismo nombre del Sahuimaro.
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Belleza en crudo
El fotógrafo y explorador sonorense Gerardo López Gerardo, en su cuenta de X o Twitter, publicó un video que grabó con un dron, donde se puede ver la inmensidad de este lugar, pero sobre todo la magnificencia de la naturaleza en todo su esplendor con esa combinación de desierto y mar que pocos lugares en el mundo pueden presumir.
“La imponente belleza y la resiliencia de la vida en uno de los climas más extremos y fascinantes de la región. Sahuimaro, Sonora”, escribió en su publicación de este video y se refiere que aunque parecieran destinados a perecer, los grandes sahuaros, a pesar de tener las mayor parte de su estructura sepultada bajo la arena, se mantiene fuerte y orgulloso, asomándose para observar la cara del sol.
Y es que el panorama podría lucir desolador, ante tanta arena suelta y tan poca vegetación, pareciera una escena de una película sobre el fin del mundo y la casi nada existencia remanente, pero como en todo, si se sabe sacar partido del espacio y de la situación puede convertirse en un lugar muy agradable.
Desierto, mar y las estrellas
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Por lo poco conocido que es este espacio y a la poca gente que suele verse por ese paraje, lo convierte en un lugar muy tranquilo, alejado del bullicio y del ruido de la civilización, a su alrededor no hay nada más que arena de un lado y agua salada del otro y algunos lo utilizan como un buen escape de relajación, para disfrutar la playa sin el griterío de la gente y todo lo que la acompaña.
Algunos lo utilizan para rodar sus cuatrimotos, para pasear en bicicleta, que en playas más concurridas sería casi imposible de realizar, se han grabado ahí algunas producciones audiovisuales, aprovechando la privacidad del sitio y para acampar se convierte en un espacio idóneo para contemplar el manto estelar, con todo su esplendor, teniendo de fondo una profunda noche oscura, se convierte en una experiencia mágica sin dudas.
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