Con la llegada de la pandemia por el Covid-19 se aplicaron distintas medidas para evitar contagios, entre ellas el aislamiento en casa, situación de la cual pudo sacar provecho el publicista Carlos Castelo Vera.
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Y es que junto a su esposa Sharo Durazo Valle, el hombre de 42 años se “aventó” en un emprendimiento demasiado picante: la creación de salsas para acompañar diferentes platillos.
La marca Productos “La Casta” nació justamente en el primer año de pandemia, luego de que varios conocidos del emprendedor lo animaron a vender sus creaciones, ya que solamente las hacía para consumo personal.
“Mis amigos y conocidos que iban a cenar a la casa me empezaron a meter candil, me decían ‘oye véndela, está muy rica’, y fue tanta la solicitud que dijimos ‘¿por qué no?’, y pues nos aventamos, eso inició justamente un 26 de enero, acabamos de cumplir 2 años”, relató.
Todo empezó con su primera salsa de chiltepín, la cual fue elaborada con una receta familiar que data desde la bisabuela de Carlos.
Posteriormente decidieron ampliar la variedad de productos, lanzando a la venta la salsa de chiltepín con manzana verde, la salsa para pizza, el chimichurri, la salsa de mango habanero, la de chilaquiles verdes y rojos, entre otras más.
“Como buen gordito que le gusta la cocina, empezaba a ver, me encontré el recetario de mi mamá, habían ciertas recetas, y dije a ver, empezamos a experimentar, con las recetas, chiltepín con manzana verde, después tenemos un niño que se llama Marcelo, gracias a él hicimos la salsa para pizzas, ya que es muy fan de ellas”, señaló.
Algo importante de aclarar, es que la salsa para chilaquiles, misma que tiene el nombre de “Chilakillers”, no solamente es para la preparación de dicho platillo, sino que se puede usar perfectamente para otras comidas.
Asimismo Carlos y Sharo sacaron a la venta la salsa “macha”, misma que es muy versátil ya que puede ser usada para acompañar desde pozoles, hasta tacos, carne asada y un sinnúmero de platillos más.
“Tiempo después hubo un furor con el chicharrón de chile, y lo pruebas por todos lados, mandé a pedir en el DF, de Guadalajara, gente de aquí y nomás lo están haciendo con la magia de que te enchile un chicharrón que se hizo carbón casi casi. Aquí le metimos especias, te da una propuesta de sabor realmente”, aseveró.
Negocio en crecimiento
Como casi todo emprendimiento, el inicio fue de mucho trabajo, pues para dar a conocer la marca Carlos tuvo que tocar muchas puertas y realizar varias llamadas telefónicas.
Sin embargo, sus amigos y conocidos fueron parte fundamental para tomar impulso, pues al conocer el producto realizaban pedidos para sus familias.
Productos La Casta rápidamente fue posicionándose, incluso fuera del Estado, pues había quienes pedían desde Tijuana, Ciudad de México, Guadalajara, Querétaro, Cuernavaca y Puebla, a fin de no extrañar el sazón sonorense.
Las salsas también fueron colocadas en distintas concept stores y en varias sucursales de la repostería Pastello, negocio que es manejado por su hermana.
“Seguimos batallando, pero ahorita gracias a Dios más gente nos conoce, ya no es tanto el picar piedra, ahora gracias a la difusión que hemos tenido y a la experiencia, que les ha gustado a las personas, ya solitos nos buscan”, expresó.
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Actualmente la línea de producción está por salir de la cocina de su casa para pasar al porche, ya que poco a poco están creciendo más, mientras que para final de año se espera tener un punto de venta físico.
Las salsas pueden comprarse en las distintas sucursales de Pastello, además para servicio a domicilio se encuentran los números 6621376164 y 6623175555
