La cocina es un lugar plagado de misterios, y los cambios que la comida sufre al cocinarla a veces pueden parecer inexplicables. ¿De qué sirve frotar las orillas de los pepinos, o de dónde vienen los elotes bebé? la interrogante que hoy nos reúne la tiene uno de los alimentos más básicos que existen, el huevo cocido y su aro verdoso de la muerte.
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Bueno, quizá decir “de la muerte” sea una exageración, ya que aunque un huevo estrenando colores que no estaban ahí antes de cocinarlo puede resultar poco apetecible, la decoloración alrededor de la yema es un fenómeno tan inofensivo como es fácilmente prevenible a la hora de poner tus huevos en el agua.
Al igual que muchas otras comidas, los huevos tibios, huevos duros o huevos cocidos tienen una forma de comunicarte cuando se está cocinando de más. Mientras que un pan se pone negro cuando pasa más tiempo del debido en la tostadora, un huevo empieza a crear un aro verde o gris alrededor de la yema cuando se pasa de cocido, y entre más se pase esta prueba de tu descuido puede ir creciendo más y más.
Ahora la razón científica: El huevo es una importante fuente de hierro, el cual se contiene principalmente en la yema; esto es conocido por muchos y una de las razones por las que probablemente estés comiéndolo en primer lugar. Otro componente menos conocido está en la clara y se trata del azufre, sustancia responsable de que sea doblemente peligroso comer huevo junto a otros alimentos que causan gases. Sujetos a altas temperaturas el azufre y el hierro crean sulfato ferroso alrededor de la yema.
Aunque poco atractivo visualmente y un testamento vivo de que a veces no sabes cocinar ni un huevo duro, el sulfato ferroso creado por esta reacción es inofensivo de consumir y no debería afectar demasiado el sabor del producto final.
En búsqueda del huevo perfecto
Ahora que sabes la razón de ese aro gris y ferroso alrededor de la yema, es cuestión de práctica en la cocina para lograr el huevo cocido perfecto; afortunadamente una vez que logres dominar el proceso solo tendrás que repetirlo de la misma forma para obtener siempre el mismo resultado.
En general, según indica el consenso de los usuarios de internet y las abuelas encuestadas para la realización de este artículo, una vez que el agua comienza a hervir deberás esperar diez minutos exactamente antes de sacar los huevos de la olla o sartén; ponerlos inmediatamente después a un recipiente con agua fría cortará la cocción y ayudará a prevenir la formación de colores no deseados.
Otro consejo es utilizar huevos a temperatura ambiente antes de hervirlos, ya que si estaban en el refrigerador justo antes de tocar el agua hirviendo los tiempos de cocción podrían variar.