El tequila es la tradicional bebida mexicana con reconocimiento mundial que proviene de la destilación de la planta de agave. Hay quienes gustan de tomarlo solo, o bien, en infinidad de combinaciones que reciben distintos nombres y que son igualmente conocidas.
Las opciones de tomarlo van desde la tradicional banderita, que se sirve un caballito (así llaman al recipiente donde se sirve esta bebida) de sangrita, que es de color rojo; uno de tequila, que sería como el color blanco de la bandera; y uno de jugo de limón que es como el color verde de la misma. Se bebe en ese orden.
Otra forma de tomar tequila es lo que se conoce con el nombre de paloma, y es una porción de refresco sabor toronja, hielos y un chorro de tequila, al gusto de quien lo va tomar.
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¿Cuáles son los ingredientes del cantarito de tequila?
Pero la preparación que está dando la nota es la del famoso “cantarito” que se sirve en un recipiente de barro, y se prepara con:
Hielo
Jugo de limón
Jugo de naranja
Jugo de toronja
Refresco de toronja
Gajos o rodajas de limón, naranja y toronja con cáscara
Esto es para darle color a la bebida, ya con eso podría ser un festival de vitamina C o una bomba de cítricos, si no fuera porque el cantarito va escarchado con sal y se le agrega una porción generosa de tequila, ¡que no te tiemble la mano!
¡El cantarito! Se rompe antes de que pudieran disfrutarlo
Quizás así lo pidieron los clientes, “¡El cantariiiiiito!”, como se canta la carta con esta imagen en el juego de la Lotería (mexicana).
La forma de prepararlo, lo muestra un video que se ha viralizado este lunes. No creas que era el cantarito normal, que vemos o compramos en las ferias, este es… Era (literalmente) de tamaño descomunal. Su costo también: 35 litros de bebida por 5 mil 500 pesos.
Primero fue en TikTok y luego en todas las plataformas, donde se difundió cómo un hombre preparaba en un bar de Tequila, Jalisco un cantarito de barro con todos los poderes. Al parecer está en el bar de alguna feria o tianguis.
Tan solo de refresco de toronja le ponen cuatro litros, ¡imagina el tamaño de la bebida!
Ahora, imagina la situación: andas enfiestado, estás acalorado, y necesitas una bebida con mucho hielo; departes con tu amigos, ríes, intercambias chistes, anécdotas, bromeas…
De tanto que hablas hasta te da sed, mucha sed, y estás ansioso por tener en tus manos un cantarito más pequeño con la refrescante bebida que han preparado para tu bolita.
El barro con el que está hecho el recipiente se remoja, percibes el olor a “tierra mojada”, como el que aspiras cuando llueve; la mano cambia de temperatura por la cantidad de hielos de la preparación (conste que te lo estás imaginando).
Lo ves venir, tal vez te tomes una selfie con el cantarito en la mano, o le piden a alguien en el lugar que tome una foto de grupo, todos querrán subir a sus redes sociales la foto con el cantarito.
De pronto, ¡pum!, el cantarito explota, el cantinero brinca de la sorpresa y ves el caudal… Ves correr el frío caudal de hielos, tequila, refrescos con sabores cítricos y las rodajitas de colores por la barra. ¡Nooooo!
El cliente aseguró que no se lo cobraron porque apenas alcanzó a verlo y, a lo lejos, saborearlo. Si estuvieras en su caso, ¿lo pedirías de nuevo?
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Hay quienes aseguran que el cantarito tal vez estaba defectuoso, es obvio que no pasó el control de calidad, no se desbordó, explotó. Nada tuvo salvación.
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