Alfonso Ortiz Tirado, médico y cantante de ópera, a quien se le reconoce su trayectoria con un festival en la ciudad colonial de Álamos, Sonora, combinó ambas carreras, que fueron su pasión.
El doctor Ortiz Tirado, conocido entre sus amigos como “El Chino”, nació en Álamos el 24 de enero de 1893; estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, graduándose en 1919.
Sus dotes artísticas fueron descubiertas a temprana edad, fue un tenor lírico natural con un registro amplio y matizado; la herencia por la carrera de la medicina fue de parte de su padre, quien tenía la especialidad de ortopedista.
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Después de graduarse de la carrera de Medicina, el homenajeado desde hace 38 años en el Festival Alfonso Ortiz Tirado, FAOT, obtuvo un jugoso contrato para cantar en el Hotel Waldorf Astoria en Nueva York, con lo que cobró se trasladó a Denver, Colorado, en donde hizo una residencia en ortopedia, como su padre, que había ganado por oposición.
Al regresar a México fue jefe de residentes y profesor en el Hospital General Nacional del Distrito Federal, donde conoció a una jovencita que sería su paciente por primera vez y luego por muchos años.
Alfonso Ortiz Tirado fue médico de Frida Kahlo
Frida Kahlo tenía 18 años cuando sufrió el famoso accidente del tranvía que cambió su vida y que inmortalizó en su obra plástica. El 17 de septiembre de 1928 viajaba en el transporte urbano que chocó con un automóvil en la Ciudad de México.
Toda la fuerza de este impacto fue en el lugar donde ella viajaba, una barra de madera que era parte del tranvía, penetró su abdomen, dejándola inmóvil y al borde de la muerte en el lugar de los hechos. Su vida pendía de un hilo, no daban más de dos días para ella.
Los daños de este accidente fueron de varias fracturas en la columna vertebral, desde el cuello hasta el sacro, rotura de la pelvis ósea, del tobillo derecho, de varias costillas, luxación del hombro izquierdo y otras lesiones orgánicas.
Fue un milagro que sobreviviera, pero las secuelas de esto fueron parte de su cotidianidad por los treinta años siguientes.
Entre los médicos que contribuyeron a que Frida saliera adelante estuvo el doctor Alfonso Ortiz Tirado, entonces convertido en ortopedista, quien le practicaría alrededor de 30 operaciones correctivas, convirtiéndose en su artífice, considerando las limitaciones que tenía la medicina en esos años.
Se considera que, en buena medida, el hecho de que Kahlo haya tenido una vida de calidad, en la que pudo plasmar su arte, se debe a la intervención del doctor Ortiz.
A la par de su carrera médica, se consolidaba la de cantante; viajó por varios países de América Latina donde ofreció conciertos con los que obtuvo recursos para construir un hospital pediátrico infantil en la Ciudad de México, ciudad y país donde esta especialidad no existía.
Una vez logrado este objetivo se llamó Clínica Primavera de Ortopedia Infantil, luego fue rebautizada como Clínica Alfonso Ortiz Tirado, donde se colocó una placa con la leyenda “Levanté con mi canto este templo para aliviar el dolor”, que desapareció al cambiar el hospital de dueño.
El doctor Alfonso Ortiz Tirado llegó a ser el ortopedista más calificado en cirugía de columna y en el tratamiento quirúrgico de la osteomielitis, una infección de los huesos que se presentaba antes del descubrimiento de la penicilina.
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Por la coincidencia, el FAOT tiene varias temporadas con una representación de este encuentro entre Frida Kahlo y el doctor Alfonso Ortiz Tirado, quien falleció el 7 de septiembre de 1960, seis años después de que murió la pintora Frida Kahlo, ambos en la Ciudad de México.
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