Juan Bautista de Anza fue un político, militar, minero y explorador de descendencia española, con el que los hermosillenses tenemos interacción si no a diario, sí, con frecuencia.
En el ir y venir a nuestras actividades cotidianas, lo encontramos en la esquina norponiente del crucero de Rosales y Bulevar Luis Encinas Johnson.
Conocido también como El Caballero de Anza, este personaje tiene reconocida presencia en el noroeste de México y sur de los Estados Unidos. Quizás no lo sabías, pero sus restos mortales están en el municipio de Arizpe, Sonora.
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¿Quién fue y qué hizo El Caballero de Anza?
Juan Bautista de Anza y Bezerra Nieto nació en la población de Fronteras, Sonora en julio de 1736; murió en Arizpe en diciembre de 1788.
Es uno de los expedicionistas que salió de Sonora para fundar lo que hoy es San Francisco, California, hace casi 250 años. A Juan Bautista de Anza se le considera descubridor de rutas en el noroeste de México y suroeste de Estados Unidos.
Esta travesía es reconocida por historiadores y en épocas recientes por autoridades y promotores turísticos ya que, aseguran, el trabajo realizado por el explorador ha permitido la hermandad en varias ciudades de ambos países.
Monumento de Juan Bautista en Hermosillo
Es por ello que se erigió un mausoleo, o monumento, en su honor en uno de los cruceros más icónicos de Hermosillo en el año de 1967, con otro igual donado a la ciudad de San Francisco en tiempos del gobernador de Sonora Luis Encinas Johnson y del presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Este monumento de grandes dimensiones ha recibido varios tratamientos para su cuidado, limpieza y mantenimiento. Una muestra de ello quedó consignada en una publicación de un medio local.
Se trata de la limpieza que recibió en junio de 1986 por estar al paso del presidente Miguel de la Madrid en una visita a Hermosillo. Entonces, un trabajador del municipio realizaba estas labores.
Cabe señalar que el espacio donde se encuentra este recuerdo a Juan Bautista de Anza también ha tenido trabajo de jardinería y pintura; la placa informativa que tiene ha sido cambiada en un par de ocasiones, la más reciente para evitar que fuera vandalizada.
Este es uno de los monumentos que hay en la ruta del Bulevar Kino que se convierte en Abelardo L. Rodríguez, Rosales y Agustín de Vildósola, vía que cruza toda la ciudad de Hermosillo.
Un dato curioso de la estatua es que Juan Bautista de Anza toma la rienda del animal con la mano derecha y tiene un brazo hacia atrás, mientras que el caballo tiene la pata derecha frontal al aire, eso significa que quien lo monta murió de heridas recibidas en combate.
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La historia de este personaje señala que su muerte fue repentina, en 1788, y que fue sepultado en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Arizpe; aunque hay estudios del INAH Sonora, que desmienten que se trate del personaje, por la edad, las condiciones de la osamenta y otros detalles surgidos de un estudio.
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