Con tal solo 23 años, Ariadne Paola Clausen Brosig le tocó hacer frente a la pandemia del Covid-19, pues su trabajo consta en realizar pruebas del virus en el Centro Centinela Domingo Olivares en Hermosillo.
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Es egresada de la licenciatura en Químico Biólogo Químico por la Universidad de Sonora, en octubre del 2019 se recibió como química y este 2020 comenzó a ejercer su profesión, sin imaginar que su primer trabajo sería atender una pandemia y además, tener el primer contacto con los posibles pacientes enfermos de un virus que hasta el momento no tiene cura.
“Soy quien recibe los pacientes sospechosos con Covid-19 que no tienen derechohabiencia y les hago la prueba, la cual consiste en introducir un hisopo por la nariz hacia el conducto nasofaríngeo de la persona, es una toma que incómoda porque a veces muchos pacientes me preguntan si dolerá, pero no, más bien incómoda por cinco segundos y es todo; el de la garganta pues hay algunas personas que son más sensibles, les da asco, ganas de vomitar o toser. Son esas dos tomas de muestras, el exudado faríngeo y exudado nasofaríngeo”, explicó.
Ariadne considera que ha sido un gran reto el contribuir en la pandemia para encontrar el diagnostico de las personas y se siente orgullosa al portar su bata blanca con una gran satisfacción, ya que cada día aprende algo nuevo.
“Va a ser una experiencia que a nadie se nos olvidará pero a la vez siento orgullo por el hecho de haber aprendido tantas cosas en tan poco tiempo porque para esto nos capacitaron muchísimo y nos hicieron hincapié sobre la seguridad para poder iniciar a laborar con toda esta contingencia, siento orgullo y la sentí una experiencia muy retadora”, expresó.
Al iniciar a contingencia, el miedo, angustia e incertidumbre se apoderaban de Ariadne, pues sabía que no podría ver a su familia durante algún tiempo e incluso desde hace dos meses no ha visitado a sus familiares.
“Hace más de dos meses que nos informaron cómo se iba a empezar a trabajar en los centros centinelas y claro que da miedo porque no voy a poder ver a mi familia; siempre fue un temor y creo que ha persistido, pero personalmente me ha ayudado mucho auto controlarme”, dijo.
Mantener la calma y pensar positivo le ha ayudado a la joven a realizar su labor en el Centro Centinela, con el fin de realizar con precaución y sin temor la toma de muestras a pacientes son sospecha del virus.
“Trato de estar bien mentalizada porque yo realizo la toma de muestra a los pacientes, es todo un protocolo a seguir de seguridad, la toma correcta y el envío, siempre debo tener en mente a no bloquearme por el miedo porque comprometer una muestra nomas porque tú tuviste miedo y ahí entra la valentía, motivarte”, precisó.
Por otro lado, mencionó que siente mayor angustia al salir del trabajo y ver en las calles de la ciudad bastante tráfico, como también saber que las personas continúan asistiendo o haciendo fiestas.
“Es más la angustia salir del trabajo y ver mucho tráfico en la ciudad, el ver que la gente no hace caso, que prefieren andar en fiestas o reuniones, los veo y digo qué feo, ojalá no los tenga como pacientes un día de estos”, comentó.
Para finalizar, la química hace un llamado a las personas para ser más conscientes de sus actos ante una pandemia, ya que es un virus nuevo y hasta el día de hoy no se ha encontrado la vacuna o tratamiento para salvar vidas.