Una de las condiciones más comunes en los adultos mayores es el Alzheimer, el cual es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Algunos de los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta convertirse en graves cuando interfieren con la vida cotidiana.
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La enfermedad de Alzheimer no es una característica normal del envejecimiento, aunque el factor de riesgo conocido más importante es el aumento de la edad; la mayoría de las personas que lo padecen son mayores de 65 años, pero no es una enfermedad de la vejez.
A pesar de que el Alzheimer no tiene cura, hay medicamentos que pueden ayudar a sobrellevar los síntomas de la enfermedad, también se pueden generar buenos hábitos alimenticios que te ayudarán a prevenirlo.
De acuerdo a los investigadores del Comité de Médicos por una Medicina Responsable, existen siete hábitos alimenticios que podrían evitar entre un 70 a 80% el padecer esta enfermedad. Los estudios que realizaron arrojaron que estas prácticas de alimentación no solo podrían ayudar a reducir el riesgo de sufrir la condición, sino también diversos trastornos neurológicos.
Minimizar el consumo de grasas saturadas y grasas trans
Las grasas "malas" tienden a aumentar los niveles de colesterol en la sangre, estimulando la producción de las peligrosas placas de beta-amiloide en el cerebro, las cuales son características de la enfermedad. Según el estudio las personas que consumen en su mayoría grasas saturadas tienen el triple de riesgo de desarrollar Alzheimer.
Verduras, legumbres, frutas y granos deben ser básicos en su dieta
Estos alimentos son ricos en vitaminas y minerales que protegen el cerebro, como la vitamina B6 y el ácido fólico. La investigación arrojó que un alto consumo de frutas y verduras se asocia con un menor riesgo de deterioro cognitivo.
Una dieta rica en vegetales también reduce el riesgo de sufrir de obesidad y diabetes del tipo 2, dos patologías que podrían jugar un papel importante en el padecimiento de Alzheimer.
Consume al menos 5 miligramos de vitamina E al día
Este antioxidante ayudaría a reducir el riesgo de padecer Alzheimer y puede ser fácilmente adquirido consumiendo un pequeño puñado de nueces o semillas, o comiendo mangos, papayas, paltas, tomates, pimientos rojos, espinacas, panes y cereales enriquecidos.
Consumir suplementos de vitamina B12
Consumir cantidades adecuadas de esta vitamina B (aproximadamente 2. mcg. por día), que se encuentra en productos de origen animal y los alimentos enriquecidos, ayuda a reducir los niveles de homocisteína, un aminoácido relacionado con el deterioro cognitivo. Los mayores con niveles elevados de homocisteína y problemas de memoria, podrían recibir ayuda de los suplementos de vitamina B para mejorar la memoria y reducirían la atrofia cerebral.
Para las personas que tienen más de 50 años o siguen una dieta basada en vegetales, el tomar suplementos es una ayuda adicional a su organismo.
Evite consumir multivitaminas con hierro y cobre, a menos que se lo indique un médico
La mayoría de las personas tienen niveles adecuados de estos metales a través de su dieta, y la ingesta en exceso de ellos se relaciona con problemas cognitivos.
Evite cocinar con ollas y sartenes de aluminio
Se recomienda utilizar ollas y sartenes de acero inoxidable o utensilios de cocina de hierro. Si bien el uso del papel aluminio para envolver alimentos aún se está investigando, datos preliminares sugieren que podría contribuir a problemas cognitivos.
Caminar enérgicamente tras veces a la semana durante al menos 40 minutos
La investigación sugiere que el ejercicio aeróbico regular puede reducir el riesgo de demencia en un 40 a 50%.