La acromegalia es un trastorno que ocurre cuando el cuerpo genera demasiada hormona del crecimiento (HC), se produce principalmente en la glándula pituitaria, donde la HC controla el crecimiento físico del cuerpo.
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Cuando los adultos son quienes padecen esta enfermedad, la hormona hace que tanto huesos como cartílagos, además de órganos y tejidos, aumenten significativamente de tamaño, haciendo visibles los cambios comunes en la apariencia como en la nariz, orejas, manos y pies los cuales se ven agrandados o hinchados.
El doctor Daniel Cuevas, neuroendocrinólogo, mencionó que los síntomas de esta enfermedad varían dependiendo de cada persona y los cambios más frecuentes son los labios, la nariz y la lengua, los cuales tienden a tener un crecimiento exagerado.
“La voz se vuelve más profunda, además se presentan cambios óseos como en la ceja, la mandíbula inferior que sobresalen, así como el puente de la nariz se agranda y el espacio entre los dientes aumenta”, añadió.
Además, reiteró que las manos y los pies se agrandan e hinchan, lo que hace posible que se note un cambio en el tamaño del anillo o del zapato, especialmente en su anchura.
“Como parte de los cambios, la piel se vuelve más gruesa, áspera y grasosa, además aumenta la sudoración y el olor de la piel, además puede haber pequeños crecimientos de piel, generalmente carnosidades con superficie elevada y pudieran crecer u oscurecerse”, indicó Daniel Cuevas.
Complicaciones
Las personas que presentan acromegalia pueden desarrollar problemas como diabetes tipo dos, hipertensión arterial, enfermedades del corazón y apnea del sueño, al igual que artritis y síndrome del túnel carpiano.
“Otras afecciones pueden ser de huesos y músculos; las personas con acromegalia también tienen un mayor riesgo de pólipos de colon, que pueden convertirse en cáncer de colon si no se extirpan”, informó el especialista.
Cabe destacar que el diagnóstico de este trastorno se realiza a través de análisis de sangre, donde los médicos suelen pedir dos análisis de sangre que determinan si el cuerpo está produciendo demasiada hormona de crecimiento.
Si los análisis de sangre confirman que el cuerpo está produciendo demasiada hormona de crecimiento, el médico realizará pruebas de imagenología para localizar y medir el tumor que puede estar causando el problema.
Daniel Cuevas declaró que hay tres opciones de tratamiento, la cirugía, medicamentos o bien por radioterapia, donde se buscará controlar el tamaño del tumor para devolver los niveles de hormona de crecimiento.
“Además se busca controlar el crecimiento insulínico tipo 1 a la normalidad, mejorar los síntomas y controlar los problemas de salud relacionados”, abundó.
Por ello, sostuvo que el médico será quien determine un plan de tratamiento que funcione para cada necesidad, donde evaluará factores como la edad, el tamaño del tumor, gravedad de síntomas, niveles de hormona de crecimiento, el factor de crecimiento insulínico tipo 1 y el estado de salud particular.
Un padecimiento extraño
María Guadalupe Parra es una paciente con acromegalia y tiene 50 años de edad, relató que al saber que desarrolló la enfermedad le generó algunos momentos difíciles a lo largo de su vida.
“Antes de conocer el resultado de mi enfermedad, tenía dolor de dedos, cada año el dolor incrementaba y por las noches era peor, en las mañanas me costaba mucho agarrar cosas”, compartió la mujer.
Su rostro se había inflamado mucho, comentó, además había notado que su piel había engrosado, tanto así que cuando le tuvieron que hacer los análisis de sangre, batallaron para poder atravesarle la piel con la aguja.
“Los pies y las manos se me habían hecho más grandes, así como inflamadas, hasta que me habían hecho el diagnóstico y resultó ser acromegalia”, agregó.
Debido a la falta de información no supo cómo tomar la noticia, ya que desconocía cuáles eran las complicaciones de salud y si eran riesgosas.
“Después de que me explicaron más sobre mi enfermedad entendí que podía vivir así con un tratamiento, creo que se debe difundir más sobre este padecimiento, porque quizás hay quienes tengan los síntomas y no consideren que se trate de acromegalia”, expresó.