La diabetes es una de las enfermedades a las que la vida moderna nos expone en el día a día con cada vez más frecuencia, y México se ha convertido en uno de sus principales afectados en el mundo en este aspecto.
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Para este 9.3% de la población mundial que se ve afectado por la enfermedad, un estudio de la universidad de Harvard podría tener la solución, una que suena tan futurista como la tecnología involucrada en este avance.
La diabetes tipo 1 ocurre cuando el páncreas reduce significativamente su capacidad de producir insulina, una hormona necesaria para procesar la glucosa en el cuerpo, responsable de permitir que esta entre en las células. Aunque las causas exactas de esta variante de diabetes todavía no están definidas, como una respuesta inmunitaria injustificada o factores genéticos, sí se trabaja en diferentes soluciones.
El Hospital Brigham and Women 's, perteneciente a la universidad de Harvard, en Estados Unidos, trabaja en un “páncreas” bioartificial pensado para proteger las células beta responsables de la producción de insulina del sistema inmune humano, que en muchos casos es el responsable de atacarlas sin motivo, causando la enfermedad.
Con este dispositivo pensado para implantarse en el cuerpo se da la oportunidad a las células beta de recibir los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento, permitiéndoles seguir secretando insulina de forma similar a un paciente sano.
Anteriormente otros dispositivos de microencapsulación (conocidos como DEM) han sido probados para la protección de estas células en el cuerpo humano, esta se trata de una versión mejorada y actualizada (ceDEM) que aporta nutrientes a las células, aumentando con ello la sensibilidad a la glucosa, la carga celular presente en el paciente y la supervivencia de la misma.
Dos cámaras conforman este sistema, uno llamado “de equilibrio”, que es para recoger nutrientes del entorno, y otra para las células beta que reciben estos nutrientes mientras estimulan la liberación de insulina. De esta forma se espera dejar atrás las conocidas inyecciones de insulina de las cuales muchos enfermos dependen, las cuales deben ser repetidas diariamente.
Las pruebas en animales de esta tecnología presentaron resultados ampliamente favorables a solo unos días de haber sido implantada, ahora los expertos buscan solventar el reto de pasarla a receptores humanos de la forma menos invasiva posible, asegurándose que funcione por mucho tiempo después de manera autónoma.
Los resultados de esta investigación fueron publicados en The Proceedings of the National Academy of Sciences, en la cual se discute también la viabilidad de este tratamiento que es seguido de cerca por organizaciones de diabéticos a lo largo del mundo como una de las propuestas más importantes para curar esta enfermedad.