Ante la llegada de la pandemia provocada por el Covid-19, el uso del cubrebocas ya es parte del día a día, sobre todo, actualmente que ha arribado la nueva variante Ómicron, la cual se multiplica 70 veces más rápido que delta y el original SARS-CoV-2 en los bronquios humanos.
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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha informado que la nueva variante representa el 95.4% de todas las infecciones por coronavirus, además han mencionado que Ómicron es capaz de evadir las vacunas, lo que conduce a más infecciones.
Debido a estas dos razones, los expertos recomiendan que las mascarillas o cubrebocas continúen utilizándose todo el tiempo que se está en exposición con otras personas y que actualicen su uso, pasando de las sencillas a las más robustas como la KN95, N95 o KF94.
Pero, ¿sabes cuánto tiempo es el recomendado para usar un KN95? De acuerdo con las recomendaciones oficiales, si estás acostumbrado a usar de tela y lavarlo, es hora de que cambies de hábito y de cubrebocas por uno más seguro para cuidar tu salud.
¿Una semana o un día de uso?: acerca del cubrebocas KN95
Cassandra M. Pierre, médico de enfermedades infecciosas y director de programas de salud pública en Boston Medical Center, explicó que “no existe una regla estricta sobre cuántas veces puede usar un respirador antes de tirarlo de un lado a otro”.
Recomendó llevar un registro de cuánto tiempo lo han utilizado, lo pueden usar hasta por una semana las personas que portan sus cubrebocas por un periodo corto “o también para las que permanecen físicamente distantes de los demás durante el día”.
Por el contrario, para los entornos considerados como de alto riesgo, en este caso se refiere a los centros de atención médica, “es mejor deshacerse de la mascarilla después de un día”.
Cubrebocas en buenas condiciones: indispensable para garantizar su eficacia
Es preponderante asegurarse de que las mascarillas o cubrebocas no presenten alguna rasgadura, rayadura, huecos o evidencia de suciedad en la superficie, entre otras condiciones, "todas estas cosas pueden afectar la integridad y la capacidad de filtración de la máscara".
Existen también algunas maneras de saber si han perdido su integridad, si se ha aflojado de la cara y ya no tiene un sello hermético debe remplazarse. “Si la mascarilla está visiblemente sucia por dentro debido al maquillaje, aceite corporal, sudor u otras formas de humedad, también deberías tirarlo”.
¿Dónde guardarlo?, recomienda que una vez utilizado se mantenga en una bolsa de papel para que esté cubierto y no se mezcle con otras cosas, además, así ayuda a que se seque, un recipiente para almacenar alimentos también funciona, “pero solo si se mantiene la tapa ligeramente abierta”.
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Finalmente enfatizó que no existe manera de desinfectar o limpiar los cubrebocas, “requiere estrategias específicas solo disponibles en laboratorios u otros entornos de atención médica”.