Desde sus primeros años de vida, Francisco Covarrubias luchó por permanecer en este mundo, pues nació a los cinco meses de gestación y la esperanza de vida era mínima; sin embargo después de un tiempo pudo regresar con su familia al ver la mejoría de su salud y haber cumplido con los meses faltantes en el hospital.
A los 2 años de edad, los padres de Francisco, José y Marcia Olivia detectaron que era sordo por lo que decidieron que todos los integrantes de la familia debían tomar clases de lenguaje de señas en el Centro de Atención Múltiple, Estatal 15 especializado en audición y lenguaje con el propósito de comprender y comunicarse con el menor.
En el segundo año acudió a una escuela regular por las tardes, ya que por las mañanas asistía al CAME 15, su hermana menor lo apoyaba en sus clases de primaria y secundaria, después entró a la preparatoria y fue entonces cuando decidió estudiar la Licenciatura en Entrenamiento Deportivo en la Universidad Estatal de Sonora con el apoyo de sus dos hermanas Judith y Marcia como intérpretes.
El joven de 26 años de edad creció entre las artes marciales, pues su papá es maestro e imparte clases en su academia Covarrubias GYM; actualmente Francisco es maestro y entrena a los exalumnos adolescentes que estaban a cargo de su padre donde también les enseña acrobacias.
El grupo se conforma por jóvenes sordos y oyentes, además de esto trabaja en un tienda que distribuye extintores.
“Considero que tener discapacidad no ha sido impedimento en lo absoluto y le encuentro muchas ventajas en estos tiempos ya que la sociedad es más abierta, comprensiva e inclusiva, agradezco estar rodeado de ellas”, mencionó.
Algunas de las dificultades que se le han presentado es aprender español, ya que es un idioma que no domina y considera que los procesos educativos suelen ser lentos por lo que necesita que sean interpretados o sean traducidos, sin embargo, no lo imposibilita seguir aprendiendo cada día.
“Me gustaría que las personas sordas o con cualquier otra discapacidad sepan que todos podemos tener una vida exitosa en todos los sentidos, solo necesitamos creer y darnos la oportunidad de confiar en nosotros”, expresó Francisco.
Lo que más disfruta de sus dos trabajos es conocer a personas de muchos lugares que van a adquirir un extintor, asimismo seguir compartiendo sus conocimientos de karate con los jóvenes y estar rodeado de sus alumnos, quienes lo acompañan en su aventura laboral.
“Desde el 2012 doy clases de karate, soy cinta negra, al principio sentía vergüenza pero nuestra escuela es muy inclusiva y mi papá, que es el maestro, lo primero que nos enseña es ser empáticos con los demás y por lo tanto tuve mucho apoyo y eso me hizo crecer como instructor; mis alumnos algunos son sordos y otros están constantemente entrando al mundo de la lengua de señas ya que se interesan por comunicarse con nosotros al igual que yo aprendo de ello”, señaló.
El entrenador consideró que seguirá en el camino del deporte, ya que su padre les enseñó sobre ello, asimismo quiere que sus hijos sigan sus pasos y se interesen por conocer más sobre el mundo del ejercicio y ocupen su tiempo en algo de provecho.
“Siempre mi hermana y yo hemos protegido mucho a Francisco, en especial Judith, nos dedicamos a algo que él nos dio la oportunidad, ser intérpretes de lengua de señas en la UES, gracias a que él jamás vio su discapacidad como un límite, ahora tiene una familia y Javier su hijo, desde los 10 meses ya iniciaba con LSM, es un niño super activo y ahora lleva clases deportivas y tiene las mismas habilidades que su papá”, concluyó Marcia, su hermana.
La importancia del Tamiz Auditivo Neonatal
La pérdida auditiva es un tema importante en el sector salud, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) 46 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, de las cuales 35 millones son niños.
Los problemas auditivos usualmente tienen origen genético o hereditario, mismos que representan el 50 por ciento de los casos, reveló el especialista en audiología, Jesús Espinosa Delgado.
“También la pérdida auditiva puede ser adquirida asociada a una enfermedad, aquí se encuentra el 25% de los casos. Entre las causas más comunes se observan la otitis media, así como las infecciones en meninge y otros padecimientos como el traumatismo craneoencefálico, la exposición a contaminación acústica, medicamentos ototóxicos y enfermedades degenerativas. El 25% restante de las pérdidas auditivas es de origen desconocido ya que no es posible adjudicar su causa a un origen determinado”, detalló.
De aquí radica la importancia de la realización del Tamiz Auditivo Neonatal, que consiste en una prueba objetiva que se efectúa con facilidad a los recién nacidos, donde no se necesita la colaboración del paciente, explicó, y te da el resultado una respuesta de su audición.
La prueba del tamiz auditivo puede encontrase en algunos hospitales públicos en Sonora como parte de los servicios para neonatos, aquí puede estar disponible de forma gratuita. De igual manera puede encontrase en clínicas y centros audiológicos privados con un costo por el servicio.
“A los neonatos que no pasen este examen básico se les realiza un estudio de potenciales evocados auditivos de tallo cerebral para un diagnóstico más específico sobre su audición. Actualmente el diagnóstico de hipoacusia durante los primeros meses de vida, es considerado crítico para la prescripción de un tratamiento que pueda aplicarse a tiempo en una etapa considerada fundamental para el desarrollo del lenguaje”, precisó.
Medicamentos pueden provocar sordera
El experto del Centro Audiológico de Hermosillo, indicó que los problemas auditivos en niños pueden ser de origen genético o hereditario y también pueden ser adquiridos por diversos factores relacionados desde el embarazo o en sus primeros meses de desarrollo.
“Los factores de riesgo identificados son: durante la gestación infecciones en útero como toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, herpes, sífilis. Nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, hipoxia, hiperbilirrubinemia, meningitis bacteriana, asfixia perinatal, insuficiencia respiratoria. Aplicación de medicamentos ototóxicos como gentamicina, furosemida y amikacina”, detalló.
Terapias, tratamientos y opciones para escuchar
Si hay problemas de audición y no se tratan, probablemente el menor no desarrolle lenguaje de forma habitual, presentando problemas de comunicación, desarrollo intelectual y social, por lo que los tratamientos pueden variar desde medicamentos, aparatos auditivos, hasta implantes cocleares, los cuales han probado su eficacia para resolver estos problemas.
Asimismo, es importante prestar atención a los síntomas sospechosos de una probable hipoacusia infantil, los cuales son, la falta de atención a sonidos y voces, no desarrollar lenguaje de acuerdo a su edad.
Por otra parte, Espinosa Delgado destacó que en tanto al tratamiento de la pérdida auditiva ya establecida se utilizan aparatos auditivos que están desarrollados con alta tecnología para una detección mejor del lenguaje y una buena estimulación sonora adecuada para obtener buenos beneficios para los niños.
“En el caso de los niños se recomienda los de tipo curveta con un molde a su medida. También hay casos donde la hipoacusia es causada por daño en el oído interno y los aparatos convencionales no funcionan por lo que se opta por un implante coclear”, apuntó.
¿Qué es el implante coclear?
A la vez, menciona que otro de los métodos más importantes para tratar la sordera o problemas de audición es el implante coclear, el cual es considerado una buena opción cuando los aparatos convencionales no alcanzan a dar un beneficio óptimo para escuchar y entender el lenguaje.
“El implante coclear es un aparato que se conecta al oído interno mediante una cirugía. Utiliza un procesador de sonido que se ajusta detrás de la oreja. El procesador captura las señales sonoras y las transmite al receptor implantado. Estas señales estimulan el nervio auditivo y el cerebro interpreta esas señales como sonidos”, concluyó.
Recordó que actualmente existen programas de apoyo de atención y financiamiento por parte del gobierno para realizar implantes cocleares a niños que son candidatos a poder recibir los beneficios de esta tecnología y en tanto al costo de este dispositivo en clínicas de salud privada se encuentra entre 600 a 750 mil pesos.
Por otro lado, refirió que en un estudio realizado en el 2008 en Hermosillo, se reportaron una incidencia de hipoacusia leve de 15 por cada 1000 nacidos vivos, una tasa de hipoacusia de grado moderado de 5 por cada 1000, una tasa de hipoacusia de grado severo-profundo de 1 por cada 1000 así como una tasa de detección de hipoacusia en grupos de alto riesgo de 26 por cada 1000.
Aunque en Sonora se desconoce actualmente algunas cifras entorno a este tema, el especialista considera que se necesitan programas de detección temprana de pérdida auditiva que funcionen en forma constante y articulada con los servicios de salud existentes de pacientes pediátricos y neonatales, ya que al detectar problemas de audición en etapas tempranas se pueden tratar de una forma más adecuada.
Más datos sobre la sordera
La situación de las personas que padecen pérdida de audición mejora gracias a la detección temprana, a la utilización de audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos de ayuda, así como con el empleo de subtítulos, el aprendizaje del lenguaje de signos y otras medidas de apoyo educativo y social.
A nivel mundial la incidencia de hipoacusia en recién nacidos es de 5 por cada 1000 nacidos vivos, para la hipoacusia leve, una incidencia de hipoacusia moderada de 3 por cada 1000 y profunda de 1 por cada 1000 (Secretaria de salud 2008).
Un estudio realizado durante el 2006 en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en donde fueron sometidos 3066 pacientes al tamiz audiológico, marcó una incidencia de sordera bilateral de 0.65 por cada mil (Yee y Cols. 2006).
La pérdida de audición no tratada tiene un alto costo económico a nivel mundial, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud son 750 mil millones de dólares internacionales al año.
