Un total de 51 mil 575 muertes se registran al año en el país que son atribuibles al consumo del tabaco, de las cuales el 7.3% son producidas por enfermedades respiratorias.
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De acuerdo a la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) se tiene un registro de 14.9 millones de mexicanos que son fumadores, 346 mil de ellos son habitantes del Estado de Sonora.
La entidad se encuentra en el lugar número de 17 en cuanto a la prevalencia del tabaquismo en la población de entre 12 a 65 años de edad, habiendo 11 mil adolescentes que fuman contra los 335 mil que son adultos, además que 85 mil son mujeres y el resto hombres.
Al año son mil 522 sonorenses los que mueren a causa del tabaquismo, es decir, cinco de manera diaria. Corresponde al 8.6% del total de las defunciones producidas por algún tipo de enfermedad y se dividen en 476 mujeres y mil 45 hombres.
La misma Encodat señala que las muertes atribuibles al consumo del tabaco en Sonora son por enfermedades cardiovasculares, por diabetes, neoplasias (tejido de carácter tumoral), respiratorias crónicas, entre otras.
Tales males se encuentran entre las primeras causas de mortalidad en la entidad, pues la agencia Statista señaló en que en 2019 murieron más de 4 mil 500 personas por enfermedades del corazón, más de 2 mil 400 por tumores malignos, mil 600 por diabetes, además de 921 por influenza y neumonía.
Cabe destacar que el fumar un cigarro e incluso hacerlo de manera pasiva (respirar su humo) puede traer consecuencias graves a una persona que esté enferma de Covid-19, por lo que las autoridades llaman a tomar las debidas precauciones.
Juan Manuel Tong Payán, director general de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud de Sonora, señaló que implementan una serie de campañas y atenciones para reducir el índice del consumo del tabaco, a fin de evitar enfermedades e incluso la muerte.
Mencionó que el tabaco es la “puerta” para acceder a otras adicciones, tales como el alcohol, la mariguana y otras drogas más fuertes.
“Es importante comentar que debemos proteger a los jóvenes, a los niños y los adolescentes porque el tabaco en Sonora es la puerta de entrada para que haya consumo de otras drogas, empiezan a fumar tabaco, luego el alcohol y luego la mariguana y después otras drogas más graves, por eso en la Secretaría de Salud estamos impulsando espacios libres de humo de tabaco”, apuntó.
Espacios libres de humo
El funcionario estatal informó que desde que inició la presente administración en el año 2015 han establecido más de mil 200 espacios libres de humo de tabaco, mientras que para este 2021 se tiene como objetivo agregar a la lista a 250 más.
Asimismo dijo que se cuenta con 11 Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) en distintos municipios para la atención de las personas que deseen dejar de fumar, habiendo 285 mil los que desean dejarlo y 216 mil que intentaron hacerlo en el último año.
“El humo del tabaco contiene más de 4 mil productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos y más de 60 pueden causar cáncer, por eso es importante que la gente conozca todos los componentes del tabaco, los efectos nocivos”, advirtió.
Tong Payán mencionó que entre las principales razones por las que una persona inicia a fumar se encuentra el aparentar ser más grande -en el caso de los menores-, mientras que jóvenes y adultos buscan una solución a la ansiedad o la depresión.
“El tabaquismo va muy asociado a problemas como la ansiedad y la depresión, una persona que se siente ansiosa cree que fumando va a calmar su ansiedad o que se va a sentir mejor, o se va a concentrar, incluso hasta para ir al baño, muchas veces creen que es un buen elemento para hacer un buen digestivo o fomentar una evacuación más adecuada, cuando sabemos que nada de eso es cierto”, abundó.
Por último recomendó a quienes deseen dejar el hábito de fumar tabaco lo hagan de la mano de un especialista, pues pese a que exista la voluntad de hacerlo, si no se atienden las causas que lo llevan a consumir podrían recaer en un futuro.
Difícil, pero es posible dejarlo
Ramón Alberto Valenzuela Zazueta, por su parte, contó que desde los 13 años comenzó a consumir tabaco para encajar en un círculo social, de modo a que fue creciendo en edad también aumentó la cantidad de cigarros que fumaba por día.
“Conforme fue pasando el tiempo fue creciendo esta obsesión del consumo del cigarro, antes era comprar en la tiendita de dos cigarros o un cigarro, ya cuando pasó un año o dos era de comprar una caja de cigarros propia, después llegué a consumir hasta cuatro cajetillas”, aseveró.
El joven de 30 años señaló que llegó a consumir otras drogas, pero que al dejarlas se agudizó su dependencia al tabaco, al grado de que las personas siempre lo veían con un cigarro en la boca.
Posteriormente comenzó a hacerse cargo de un centro de rehabilitación, por lo que decidió dejar el tabaco para poner el ejemplo, además de no seguir dañando su salud y la de su familia.
“Fue muy duro pero lo que yo usaba más que nada de terapia era el ejercicio, un poco de café de vez en cuando, era empezar a ejercitarme y comer un poco más sano, habría que poner el ejemplo como encargado de un centro de rehabilitación, ese fue mi fuerte para dejar de consumir cigarro”, finalizó