Con los cambios de clima e incremento de la temperatura ambiental, se recomienda un mayor cuidado en el resguardo de los alimentos, debido a que pueden descomponerse rápidamente; por ello, los especialistas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), emitieron recomendaciones para el huevo.
Te puede interesar: Falso que el brote de hepatitis infantil esté relacionada con alimentos, fármacos y vacunas
Los investigadores Fernando Ayala Zavala y Aarón Fernando González Córdova, señalaron que el primer desafío con el que se encuentran los consumidores es el momento de elegir los huevos en el anaquel del supermercado.
En su artículo, los especialistas resaltan que se debe evitar toda unidad en la que se perciban fisuras o golpes, ya que si el cascarón está dañado existe una alta posibilidad de que el alimento haya sido invadido por microorganismos patógenos que propiciarán su descomposición.
Si al momento de tomar el blanquillo notas que el contenido se mueve demasiado, como si estuviera batido o revuelto, quizá sea una manifestación de que el alimento ya no se encuentra en buenas condiciones para su consumo.
Un experimento que se puede realizar para comprobarlo es tomar un recipiente pequeño, vierte agua hasta la mitad y coloca el huevo dentro; si flota, significa que no es un huevo nuevo.
Si se hunde hasta el fondo, se trata de un huevo fresco; esto pasa porque la cáscara del huevo es una membrana porosa que se debilita con el paso del tiempo y por el calor.
Entonces, mientras más viejo es el huevo, la cáscara permite más el paso de aire del exterior y, por lo tanto, flota más.
Que un huevo flote no necesariamente significa que no se pueda comer. Nada más ten cuidado, si flota, ábrelo y deposítalo en un plato para olerlo.
Si su olor es desagradable y su yema se rompe al caer en el plato, lo mejor sería no comerlo.
En cambio, si su aroma es normal y su yema no se rompe, puedes comerlo sin problemas. Recuerda que es importante cuidar tu salud, así como evitar el desperdicio de alimentos.
¿Quieres recibir noticias directo en tu celular? Suscríbete aquí a nuestro canal de WhatsApp
Otro punto importante para considerar es evitar lavar los huevos antes de almacenarse; el agua y el cepillado pueden deteriorar la cáscara del huevo, lo cual hará más posible la intrusión de patógenos.
Si acaso el blanquillo tiene alguna mancha de suciedad y temes que el alimento se pueda contaminar al quebrarlo y verterlo en el sartén, sí puedes lavarlo, pero tiene que ser justo en el momento antes de la preparación.
Mantente informado y síguenos en Google News.