Si bien es cierto los síntomas del Covid-19 pueden confundirse con una gripe común, sin embargo los expertos han encontrado que no solo se trata de una congestión, náuseas, fiebre o dificultad para respirar, sino también la pérdida de cabello se ha convertido en un terrorífico síntoma que aqueja a las personas que padecieron la enfermedad.
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Este es un síntoma asociado que se estima que aparece en el 25% de los pacientes de Covid-19 persistente (o prolongada), que es una condición de salud que dura semanas o meses después del inicio de la infección, y no necesariamente se manifiesta con los mismos síntomas que han afectado antes a la persona. Cabe mencionar que existen varios síntomas como el cansancio extremo, problemas de memoria, dolor en las articulaciones y erupciones cutáneas.
De acuerdo con investigadores de universidades de Estados Unidos, México y Suecia, que analizaron decenas de estudios sobre el tema con 48.000 pacientes en total, los cinco síntomas más comunes de el Covid-19 prolongada son fatiga (58%), dolor de cabeza (44%), dificultad para la atención (27%), caída del cabello (25%) y dificultad para respirar (24%).
Por lo que hay al menos siete estudios académicos que hablan sobre el vínculo entre esta pérdida de cabello severa y el Covid-19, pero las causas, la duración y los tratamientos aún no están claros.
Tipos de pérdida del cabello
El Covid-19 prolongado está asociado con dos formas de pérdida de cabello severa, reconocidas por la medicina: efluvio telógeno y alopecia areata. Según Paulo Criado, coordinador del Departamento de Medicina Interna de la Sociedad Brasileña de Dermatología, los problemas emocionales y las enfermedades infecciosas o autoinmunes pueden provocar caída del cabello de varios tipos.
Se dice que el más común es una caída difusa en todo el cuero cabelludo, que se denomina efluvio telógeno, también hay pacientes con predisposición genética o enfermedades autoinmunes, por ejemplo, que pueden presentar caída en forma de círculos, condición conocida como alopecia areata.
En una entrevista con BBC News Brasil, Criado explica que es común experimentar una caída severa del cabello meses después de enfermedades infecciosas más graves, como dengue, chikungunya o zika, así como después de episodios de estrés, pérdida de peso y parto.
Cómo el Covid-19 puede afectar el cuero cabelludo
La función del cabello va mucho más allá de nuestra propia imagen: pasa por aspectos como el tacto, la sensibilidad y la protección de los orificios y la piel frente a las radiaciones ultravioleta (UV).Se estima que cada persona tiene alrededor de 5 millones de estas raíces repartidas por casi toda la superficie del cuerpo, con casi 100.000 en el cuero cabelludo y ese número no cambia en la edad adulta.
La gran mayoría de folículos produce una hebra a la vez, en un complejo proceso de "fabricación" en la raíz, este proceso implica la división celular que genera células en la base para el crecimiento del cabello, y luego elementos como glándulas productoras de sebo para su mantenimiento y flexibilidad, células generadoras de melanina para teñir el cabello y papilas que cuidan el ciclo de vida del cabello.
El ciclo de vida del cabello dura de dos a siete años y se divide en tres fases, en la primera el cabello crece casi 1 cm por mes durante tres años, en promedio, en la llamada fase anágena, posteriormente pasa de dos a tres semanas en la fase catágena, cuando el cabello deja de ser "alimentado" en la base por nuevas células, deja de crecer y se prepara para ser reemplazado y finalmente en la fase telógena (o reposo), que dura de tres a cuatro meses, lo que significa que cuando el cabello cae, al ser expulsado por el nuevo cabello que se está formando en el mismo folículo piloso.
Conoces el Efluvio telógeno
En este ciclo se puede sufrir alteraciones por problemas emocionales, anemia, enfermedades autoinmunes o enfermedades infecciosas, por ejemplo. El efluvio telógeno anticipa el final de la vida del cabello: una proporción mucho mayor de cabello cambia de la fase de crecimiento a la fase de caída, entonces todo el mundo suele perder de 30 a 150 cabellos al día, en este caso el volumen puede llegar a 300 por día.
Esta caída más masiva se produce como una disminución general del volumen del cabello en la cabeza en su conjunto, pero en los casos de pérdida de cabello severa relacionada con la covid-19 se ha notado la distancia temporal entre la infección y la caída del cabello.
"Las razones del vínculo entre la pérdida severa del cabello y la covid-19 no están claras. Las enfermedades asociadas con altas temperaturas corporales afectan el crecimiento del cabello en los folículos pilosos, que se mantienen en la fase de reposo del ciclo del cabello durante dos o tres meses, y luego se cae", señala Messenger, de la Universidad de Sheffield.
Hipótesis de la pérdida de cabello
De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Wayne State University y el Henry Ford Hospital, ambos en Detroit (EE.UU.), con 552 pacientes infectados por coronavirus entre febrero y septiembre de 2020, se diagnosticaron a 10 pacientes con efluvio telógeno asociado a la covid-19, 9 de los cuales eran mujeres y de una edad media de 49 años.
Los investigadores hicieron mención de las posibles causas de la pérdida grave de cabello, como factores psicosociales y estrés psicológico, también sugirieron otras hipótesis de los mecanismos detrás del problema, como la infección multisistémica, asimismo determinaron que es un proceso de coagulación en el organismo como respuesta a la infección por covid-19, puede conducir a la formación de microtrombos (pequeños coágulos) que pueden bloquear el suministro de sangre a los folículos pilosos.
¿Covid-19 prolongada y alopecia?
La alopecia areata es una enfermedad multifactorial que conduce a la caída del cabello de la cabeza u otras partes del cuerpo como la barba y las cejas, por ejemplo. Entre sus principales características es la caída en áreas redondas u ovaladas que dejan a la vista el cuero cabelludo, este puede afectar a mujeres y hombres, también es independiente de la edad. No es una enfermedad contagiosa y no deja cicatrices, puede tener una duración de dos a tres años, incluso sin covid-19. Es por ello que todavía es demasiado pronto para determinar durante cuánto tiempo las personas se verán afectadas por esta condición.
Posibles razones por las que sucede este problema
Según los científicos se encuentran trabajando para descifrar la fisiopatología de la caída del cabello asociada a la covid-19, es decir, cuáles son los mecanismos vinculados al origen de esta condición dermatológica.
Por tal motivo un grupo de investigadores italianos de la Universidad Sapienza de Roma (Italia) plantea tres hipótesis:
1. El coronavirus desencadena una reacción autoinmune contra los folículos pilosos creando un entorno inflamatorio que debilita el sistema inmunológico
2. El virus genera una reacción cruzada que involucra antígenos (que estimulan la formación de anticuerpos) del virus y del cuerpo humano
3. El proceso tiene su origen en el estrés psicológico y el deterioro de la salud mental
Los factores de riesgo aún se comprenden poco porque los estudios sobre el tema involucran a un pequeño número de pacientes con Covid-19 que han desarrollado alopecia.
Tratamientos y el mito de la peluca que incide en la recuperación
Actualmente no hay indicios de que la pérdida de cabello asociada con el covid-19 requiera tratamientos diferentes a los adoptados normalmente para el efluvio telógeno y la alopecia areata. Es importante mencionar que corresponde a los dermatólogos (se especialicen o no en cabello) diagnosticar estas condiciones de salud y prescribir cualquier tratamiento.
De esto dependerá el historial de cada paciente y del alcance de la pérdida de cabello, si es leve y transitoria, la recuperación debe ser espontánea, pero en algunos casos pueden experimentar pérdidas más importantes, que requerirían tratamiento médico.
La Sociedad Brasileña de Dermatología advierte sobre los riesgos de la automedicación, algo que puede afectar la salud y la apariencia de una persona, ya que considera que no hay necesidad de tratamiento para el efluvio telógeno, ya que el cabello crecerá por sí solo si deja de existir la razón ligada a su pérdida, como la covid-19 o el estrés severo.
Por otro lado, los dermatólogos también pueden solicitar pruebas para evaluar la presencia de enfermedades como anemia o trastornos de la tiroides, el tratamiento puede reemplazarse con multivitaminas o proteínas para formar queratina en el cabello y las uñas, radioterapia ultravioleta, inyecciones de esteroides o medicamentos que estimulan el crecimiento del cabello, como minoxidil y antralina.
Según los expertos, lavarse con agua caliente y cepillar el cabello no aumenta la caída, porque el cabello tiene una resistencia natural a la tracción, es decir, el pelo que sale del cepillo, que se junta en el desagüe del baño o que cae sobre la almohada por la noche es un pelo que ya está "muerto" y suelto dentro del cuero cabelludo.