Hablar de vitaminas es hacer referencia a las sustancias orgánicas más complejas y biológicamente activas con una diversa estructura molecular.
Cada una de las vitaminas que hay en el cuerpo humano, ejerce una función que es única y no se puede sustituir en ciertos procesos metabólicos del organismo.
Es decir, si una de las vitaminas presenta una falta, todo el organismo de forma general lo va a resentir y manifestar de alguna manera.
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A pesar de que todas tienen una tarea significativa, la vitamina K tiene una función muy importante para el cuerpo humano.
La importancia de la vitamina K
La vitamina K es un nutriente que simplemente el cuerpo necesita para mantenerse en un estado sano.
Su función es de suma importancia para la coagulación de la sangre y la salud de los huesos, así como para otras funciones.
La cantidad de vitamina K en una persona, dependerá de la edad y el sexo de la misma, por ejemplo los bebés de hasta 6 meses de edad necesitan una cantidad de vitamina K de 2.0 microgramos.
En el caso de un joven de 14 a 18 años, se requiere una cantidad de 75 mcg y en una mujer embarazada durante su periodo de lactancia de 90 microgramos.
¿Qué alimentos contienen vitamina K?
Una de las preguntas más frecuentes sobre la vitamina K es en qué tipo de alimentos se encuentra.
Naturalmente se presenta en muchos alimentos pero para obtener las cantidades recomendadas y necesarias se debe consumir una variedad.
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Las hortalizas de hojas verdes como la espinaca, col rizada, el brócoli y la lechuga, contienen una alta cantidad de vitamina K.
Los aceites vegetales y algunas frutas como los arándanos azules y los higos, así como la carne, el queso, los huevos y los granos de soja, también son alimentos que aportan la vitamina K al cuerpo.
Aunque la deficiencia de esta vitamina es realmente poco común, en la ciudad de Estados Unidos la mayoría de la gente la obtiene de los alimentos.
Por otra parte, hay casos en los que los recién nacidos que no reciben la inyección de la vitamina K al nacer, presentan una dificultad para obtenerla con el paso del tiempo.
De igual forma, aquellas personas que cuentan con un trastorno como la fibrosis quística, la enfermedad celíaca. la colitis ulcerosa y el síndrome del intestino corto, suelen disminuir la cantidad de vitamina K que el cuerpo normalmente absorbe.
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