Sonorenses crean el primer ventilador mecánico para pacientes con Covid-19

Una de las principales empresas para impulsar este proyecto fue GSE BioMedical, ubicada en Hermosillo, a cargo de Ramsés Galáz Médez

María José López | El Sol de Hermosillo

  · viernes 7 de agosto de 2020

Anny Peñuñuri | El Sol de Hermosillo

A mediados de marzo, alrededor de 15 instituciones de iniciativa privada crearon el primer ventilador mexicano llamado VSZ-20-2 para atender a pacientes en estado crítico por Covid-19, donde una de las principales empresas para impulsar este proyecto fue GSE BioMedical, ubicada en Hermosillo, a cargo de Ramsés Galáz Méndez.

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Ramsés Galáz Méndez, originario de la capital sonorense egresó como ingeniero mecánico del Tecnológico de Monterrey, tiene una maestría en Ingeniería Mecánica y doctorado en Ingeniería Biomédica, y actualmente es director de la empresa hermosillense GSE BioMedical, donde se llevó a cabo todo el diseño e ingeniería del dispositivo para pacientes que requieren ventilación mecánica.

“Dada a nuestra experiencia de 11 años en la producción de ingeniería de productos médicos, recibí una llamada del licenciado José Coppel para apoyarme financieramente y darme la encomienda de poder desarrollar un ventilador mecánico para terapia intensiva, y a mediados de marzo comenzamos con el proyecto y en abril ya teníamos un 90% del diseño de este dispositivo y el prototipo. A finales de abril es cuando se nos suman empresas de Monterrey como Metalsa, Femsa, Tecnológico de Monterrey, el Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición de la Ciudad de México, entre otras”, contó.

Por otra parte, comentó que en tan solo 10 semanas el ingeniero en mecatrónica, Arnoldo Heredia, de 25 años, logró desarrollar la mayor parte de este ventilador automático, en conjunto de sus compañeros Daniel Gómez, ingeniero en diseño, Jorge Gutiérrez, y el resto de las instituciones empresariales, y educativas que hicieron posible este proyecto cien por ciento mexicano.

“Mi empresa no se dedica tanto al tema técnico, nada más organizo, coordino y dirijo la orquesta, pero el cerebro técnico del proyecto Arnoldo Heredia, él es uno de los ingenieros y ex alumno del Tecnológico de Monterrey campus Hermosillo Norte, originario de Guaymas y con tan solo 25 años de edad se aventó todo el trabajo; a fin de cuentas es un trabajo en conjunto. De mi parte orquesté las actividades de logística, ingeniería, y asesorando a las empresas de cómo tenía que estar dirigido el proyecto para obtener la aprobación regulatoria”, precisó.

El experto indicó que la empresa Metalsa y Femsa, ubicadas en la ciudad de Monterrey se enfocaron en la producción en masa, es decir, la realización de toda la logística de los materiales, componentes, línea de ensamble, la cual fue aprobada por la Comisión Federal para la Proyección contra Riesgos Sanitarias (Cofepris).

“Al día de hoy ya tenemos aprobados por la Cofepris 200 ventiladores, los cuales se fabricaron en dicha localidad, y estamos en espera de fabricar más. Además, estos dispositivos fueron primeramente probados en modelo animal para su seguridad y eficacia. Fueron 12 cerditos, ya que tiene parámetros distensibilidad de los pulmones muy similares al ser humano, por lo que fue aprobado por la Cofepris”, dijo.

LA PRÓXIMA SEMANA DARÁN A CONOCER LA LISTA DE HOSPITALES QUE COMPRARÁN LOS 200 VENTILADORES.

Galáz Méndez mencionó que el próximo martes se contará con la lista de hospitales interesados en adquirir este dispositivo, pues dependerá de las fundaciones la obtención del mismo, incluso, hasta el día de hoy 20 dispositivos fueron comprados por el empresario Carlos Slim, los cuales se destinarán a cuatro estados de la república.

“Obviamente hay un precio de venta, no porque se esté lucrando con ellos, simplemente porque hay que absorber el precio de fabricación, entonces dependerá de las fundaciones donantes para su compra. Nosotros no decidimos a dónde irán, solo recibimos órdenes. Es un dispositivo barato comparado con los de alta gama y de alguna manera cumple con la gran mayoría de las funciones y cada uno tiene un año de vida”, resaltó.

Dicho lo anterior, aseguró que las autoridades de salud en Sonora, en conjunto con el gobierno, tienen el interés en comprar los ventiladores VSZ-20-2, aunque por ser un proyecto nuevo, todavía no tienen una respuesta si se comprarán o no, para que los ingenieros sonorenses inicien con la logística de producción.

“Cada uno cuesta 11 mil dólares, podría sonar caro pero no es así, porque los ventiladores de alta gama están oscilando entre los 65 mil a 70 mil dólares cada uno. Es un ventilador hecho de una manera emergente, pero tiene sus capacidades. Si bien es cierto, esto no sustituye a un ventilador de alta gama, sin embargo puede remplazar a los dispositivos en aquellos casos de síndrome de dificultad respiratoria aguda grave, pero no cuadros tan complejos en términos de los parámetros que requiere el paciente”, detalló.

A su vez, aseguró que la empresa mexicana Metalsa, la cual se dedica a entregar soluciones integrales de ingeniería impulsada por simulación y diseño a través de la computadora, fue quien aportó mayor cantidad monetaria para que se lograra la producción de los primeros 200 ventiladores mecánicos, al invertir un millón de dólares para toda la línea de fabricación.

“Estos ventiladores son muy importantes, porque recuerdo que al principio de la pandemia se manejaba que un solo ventilador podía conectar a múltiples personas al mismo tiempo, lo cual no es nada recomendable porque este tiene que atender a una sola persona, ya que la persona con Covid-19 tiene distintas características y parámetros clínicos a otras. Si yo quisiera ventilar a dos personas con un solo ventilador, tendrían que ser idénticas, con un solo meso, volumen pulmonar, misma necesidad de frecuencia ventiladora”, aseveró.

Por último, considera que a raíz de la emergencia sanitaria en México, provocada por Covid-19, ha expuesto cada una de las deficiencias que el país contaba en materia de salud, como también en el desarrollo tecnológico, ya que no se cuenta con una industria que desarrolle dispositivos médicos para enfrentar de manera inmediata una pandemia mundial.

“La pandemia fue el pretexto perfecto para detonar esta industria. Este dispositivo lleva fácil cuatro años de trabajo para su elaboración, pero tuvimos que comprimir ese tiempo en 10 semanas. De alguna manera fue un reto, se dieron las flexibilidades necesarias para poder determinar los lineamientos regulatorios, pero a fin de cuentas lo que más motivó a hacer este ventilador es la necesidad tan alta que tenemos como país de atender casos Covid-19 y que de alguna manera se puedan mantener vivos gracias a una presencia de este aparato”, puntualizó.