La palabra stealthing es un término en inglés que significa ‘en sigilo’ o ‘secretamente’, este hace referencia a la práctica que algunos hombres realizan de quitarse el condón durante la copulación a pesar de haber acordado con la pareja sexual utilizarlo, siendo esta práctica considerada como un tipo de violación.
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Algunos países como Alemania y Reino Unido, o el estado de California en Estados Unidos, sí lo contemplan como un delito específico, sin embargo en el caso de España, no está calificado como tal en el ordenamiento jurídico, pero existen sentencias que consideran que coincide con el artículo 181 del Código Penal, este dice que “la persona que sin consentimiento realice actos que atente contra la libertad o indemnidad sexual será considerado responsable de abuso sexual”.
En un reportaje realizado por la BBC, el cual consiste en recoger algunos testimonios de víctimas de esta práctica, una mujer, quien mantiene su nombre en el anonimato, señaló que no sabía nada sobre el stealthing hasta que sucedió.
“Fue sólo después que me di cuenta de lo que había hecho y me sentí muy molesta y preocupada. Tomé la píldora del día después, pero cuando no tuve mi período al mes siguiente, me hice una prueba de embarazo", dice la víctima a la BBC.
Al dar positivo a la prueba, la mujer le envió un mensaje de texto al hombre, pero a él no le pareció que era un gran problema ya que le mencionó que costaba 60 euros abortar.
“Al final, decidí interrumpir el embarazo, pero fue una decisión muy difícil de tomar. Me castigué mucho porque quería un bebé, pero sabía que no eran las circunstancias adecuadas", señala.
En México, el diputado de Movimiento Ciudadano, Espinoza Cárdenas, presentó en enero una iniciativa de reforma ante el Congreso de la Unión al artículo 199 BIS del Código Penal Federal para sancionar de tres a ocho años de prisión y 80 días de multa a quien no utilice o se quite el preservativo durante las relacionas sexual sin el consentimiento de quien legalmente pueda otorgarlo.
“Este tipo de prácticas que van en aumento en el mundo, son sumamente peligrosas, ya que no solamente pueden provocar embarazos no deseados, sino enfermedades de trasmisión sexual que ponen en peligro la salud y la vida de las y los ciudadanos”, explica en la iniciativa.