El vino tinto es una de las bebidas alcohólicas con más presencia en el mundo; por su producción, composición y consumo han hecho de este todo un arte, popularizándose cada vez más entre la población.
Las características del vino se volvieron un campo disciplinario para la investigación, ya que los ingredientes con los que se elabora, así como su procedimiento de fermentación poseen propiedades benéficas para la salud de quien lo ingiere.
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), realizó un estudio que arrojó resultados sobre la ingesta moderada, opcional y diaria de este producto que podrían prevenir varias enfermedades crónicas.
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Mónica Alejandra Villegas Ochoa, investigadora del CIAD, mencionó que en coordinación con el investigador Gustavo González Aguilar y con la colaboración de la estudiante Shain Zúñiga Martínez, encontraron que la cantidad de antioxidantes que existen en esta bebida tienen una aportación significativa para evitar algunos padecimientos, sobre todo cardiovasculares.
“El resveratrol es un antioxidante al que se le ha atribuido un efecto cardioprotector, ya que neutraliza los radicales libres de oxígeno y especies reactivas de oxígeno, los cuales provocan estrés oxidativo, que a su vez está relacionado con varias enfermedades, como cardiovasculares, diabetes y disfunción celular”, explicó.
De igual manera expuso que se ha reportado que el Resveratrol penetra en la barrera hematoencefálica, lo que hace que protege al cerebro y las células nerviosas.
“El resveratrol tiene la capacidad de reducir la agregación plaquetaria y así contrarrestar la formación de coágulos sanguíneos o trombos, ya que tiene un efecto protector y modulador en los factores implicados en la cascada de la coagulación”, agregó Villegas Ochoa.
Las investigaciones han demostrado que este antioxidante reduce la agregación plaquetaria y contrarresta la formación de coágulos sanguíneos o trombos, ya que tiene un efecto protector y modulador en los factores implicados en la cascada de la coagulación.
También se ha detectado que tiene la capacidad de normalizar la oxidación de ácidos grasos libres, mejorar la utilización de glucosa y controlar el nivel de estrés oxidativo en personas con diabetes.
Por su parte, el nutriólogo Bryan Adrián Moreno Cruz declaró que por los efectos cardioprotectores y su aporte de resveratrol, se ha recomendado ampliamente desde hace muchos años, sin embargo, no hay una estimación del consumo necesario para ver los efectos en el organismo.
“La evidencia actual señala que aún no es posible determinar una dosis funcional de resveratrol en seres humanos, sin embargo, los estudios en animales han referido que una dosis mínima de 1 gramo al día de resveratrol confiere efectos antioxidantes, por otro lado, los pocos estudios en humanos han referido cantidades de 1 - 5 gramos al día de resveratrol”, indicó.
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El especialista en nutrición abundó en que el detalle del gramaje es que tanto los alimentos y bebidas que son fuente de resveratrol aportan cantidades muy pequeñas, ya que, de todos los vinos, el que aporta más cantidad es el vino rojo.
Este brinda un promedio de 2 mg por 1 litro, aunque esta cantidad es prácticamente nada, pues para poder cubrir al menos 1 g de resveratrol se necesitaría consumir 500 litros de vino rojo.
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“Una cosa bastante absurda, es aquella recomendación de tomarse una ‘copita de vino al día’, porque resulta obsoleta y sin ningún fundamento; es posible que se haga la invitación por la paradoja francesa, que señala que la mayoría de los franceses goza de una óptima salud cardiovascular por el consumo de vino que tienen”, destacó el nutriólogo.
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