San Pedro de la Cueva, la población sonorense, revela cada día nuevas historias, personajes y situaciones que llaman la atención de quienes los van conociendo por medio de la red y a través del tiempo.
El sitio de Favián Lameda, Yo amo San Pedro de la Cueva, nos ha compartido cómo es la cotidianidad de un pueblo en el que convergen adultos mayores, de mujeres -principalmente- que realizan productos comestibles para el autosostenimiento.
Así como hacen galletas, panes y tortillas, de harina de trigo o de maíz, también elaboran obleas que son el producto típico de la región, el souvenir con el que cada visitante regresa -sí o sí- a su lugar de origen.
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A través de estos espacios en la red hemos conocido cómo se ha transformado la vida de doña Beba y don Pancho, inicialmente, con una red de apoyos económicos y en especie que se ha tendido hasta en Europa.
También hemos sabido del reencuentro de El Pinto con su hijo, a quien tenía décadas sin ver; del colibrí con el que se distingue la casa donde viven los beneficiarios del programa de apoyo que coordina Favián Lameda y muchos aspectos que parecen propios de una historia de realismo mágico.
Hemos visto a sus habitantes (de todos los tiempos) convertirse en muñecos amigurumis, en pinturas, en murales y hacerse tendencia.
En una visita de El Sol de Hermosillo a esta población, conocimos a Tomás, un cerdo de grandes dimensiones que usa un sombrerito vaquero y un paliacate, mientras camina por los alrededores de la casa donde vive.
Hemos conocido también a Michi, el gato criado en casa de doña Beba y de don Pancho y ahora, la novedad que nos presenta Yo amo San Pedro de la Cueva en una publicación es ¡un perico que baila!
Es el animal de compañía de Cako, a quien vemos en compañía del ave animándose con la canción El Manisero. El perico se llama Pichón y, en el video está en su jaulita moviéndose al ritmo de la música mientras su compañero de baile, carga una bocina con luces intermitentes.
Mantiene el equilibrio y se balancea hacia adelante, como si hubiera montado una coreografía con Cako, pues prácticamente se mueven al mismo tiempo y ritmo.
¿Cuál es el origen de El Manisero?
El Manisero es una canción popular de origen cubano que hace referencia a un vendedor de maní (cacahuate), de los que seguramente ha de alimentarse Pichón, el perico bailarín de San Pedro de la Cueva.
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Esta pieza musical es inspiración de Moisés Simons; la compuso en 1928, pero se estrenó hasta 1930, y sigue reproduciéndose con gran éxito en 2024.
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