Para Santos Peña, el año 2020 pintaba un año de nuevas oportunidades y retos laborales, lo que nunca imaginó es que la pandemia por Covid-19 afectaría su negocio durante meses causando preocupación entre sus trabajadores y familia, pues por más de 18 años el empresario había logrado mantener su empresa ‘Imagen y Sonido’ activa, con esta ofrece ambientación para fiestas de quince años y bodas.
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Con el show de robots, cabezones, bailarines, renta de limosina y carros antiguos, el negocio continuaba operando; sin embargo, la contingencia ocasionó la pérdida de 98% de los eventos que se habían agendado, por tal motivo buscó la manera de subsistir e innovar en sus productos donde utilizaría sus instrumentos para comenzar un nuevo proyecto de sanitización.
“Antes de la pandemia nos estaba yendo muy bien, primeramente dijeron 15 días, luego un mes y así se fue yendo hasta que nos quedamos sin trabajo, entonces empeñé equipo de música para comprar aparatos para sanitizar y ofrecer el servicio a domicilio”, mencionó.
Santos se informó a través de Internet sobre los artículos de seguridad y limpieza que se requerían para salir a las calles, por lo que compró micas y empezó a hacer caretas manuales, asimismo solicitó préstamos para invertir en material y mobiliarios para el Covid-19.
“Nosotros hacemos accesorios de animación, entonces hice las caretas con las micas, luego busqué proveedores para comprar a mayoreo, empecé a traer cubrebocas, gel antibacterial y puse en la oficina una tienda de artículos contra Covid para mantener el sueldo de los empleados y los pagos de los servicios”, dijo.
Los números se mantenían en color rojo, la situación cada vez era más difícil para Santos, su familia y los empleados, los primeros meses visitaba el mercado de abastos y compraba alimento en mayoreo para hacer despensas y entregarlas a sus trabajadores, pero los tiempos seguían difíciles.
“Siempre estuvimos abiertos pero hemos sabido salir adelante y mantener estabilidad del negocio, compré vacas pero no dejaba mucho así que las vendí, puse promociones de música para que la gente supiera que seguíamos vivos, ofrecía el 50% de descuento y regalaba un show para que los clientes no dejaran de visitarnos y también compré carros para meternos de Uber para mantener los sueldos de mis trabajadores”, explicó.
El negocio cuenta con cuatro trabajadores de planta y 20 eventuales, quienes son parte fundamental del equipo pues llevan alegría, diversión y entretenimiento a las celebraciones, asimismo participan en el show de cadetes y el grupo de bailarines que hacen un evento diferente.
“Gracias a Dios ahí vamos echándole ganitas, en la mañana vienen unos trabajadores a la oficina mientras le doy al Uber, llego a las 13:00 horas y me quedó en oficina hasta las 17:00 horas, después le sigo en los viajes hasta las 23:00 o cuando me da sueño, para sacar los sueldos de los trabajadores, vamos bien, es un empujoncito porque estamos con salud y tenemos por donde buscarle”, compartió.
A mediados de abril del 2021 abrió su tienda de artículos contra Covid-19, los cuales van desde cubrebocas, gel antibacterial, caretas, tapetes, guantes, también ofrece el servicio de sanitización de automóviles en 40 pesos y de casa u oficina en 500 pesos, pero si contratan el equipo de sonido para una fiesta se regala la sanitizada durante el evento.
“Al principio puse enfrente de la oficina la venta de los artículos pero llegaron los del Ayuntamiento a quererme quitar, pero les dije que no tenía otra forma y tenía que trabajar, entonces tuve que empezar a vender por dentro, me ofrecieron otros trabajos pero dije que no porque me tocó formar a esos jóvenes, los enseñé a conectar equipos, bailar, manejar, los formé para trabajar y quería seguir, la ventaja es que somos chambeadores y queremos seguir trabajando”, señaló.
La máquina de trabajo se conforma por una caldera caliente que tira el vapor sanitizante, también cuenta con máquinas pulverizadoras en frío para que haya dos formas como opción y el líquido que se utiliza se llama atmósfera.
“Es una enseñanza que nos dejó este virus, tanto de humildad para apreciar el trabajo como valorar a nuestra familia, el punto clave es no rendirse, muchas veces te cierran la puerta por un lado porque se abre por el otro, no hay que bajar la guardia, aquí hay que mantener a flote el barco y salir adelante, concluyó.