Que tu mamá te diga “te vas a quedar chueco” si sales del agradable refrigeración de tu hogar al intenso calor de Hermosillo no es un mito, sino que está expresión tiene sustento científico.
Tal vez un médico no te vaya a decir en un diagnóstico “estás chueco” pero sí te va a decir que padeciste un “shock término”, usualmente conocido como golpe de calor pero más fuerte.
Salir de un lugar fresco a uno caluroso puede traer consecuencias graves al organismo, esto debido al cambio brusco de temperatura. Si es una rutina para ti salir de 12 a 3 de la tarde en Hermosillo, es mejor que coloques tu aire acondicionado a 24 o 25 grados como mínimo.
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Si no se hace esto y sales cuando la temperatura en la calle está arriba de 45 grados (muy normal en el municipio), el cuerpo puede sufrir trastornos circulatorios.
Asimismo si tu hogar tiene un ambiente fresco todo el tiempo y tu entras de repente tras pasar calor, se produce un incremento en la presión arterial. En cambio del frío al calor hay un descenso en la presión.
Un golpe de calor o shock térmico es uno de los casos más graves de hipertermia. Es el “sobrecalentamiento” que sufre el cuerpo debido a las altas temperaturas o un exceso de ejercicio físico. La falta de hidratación hace que diversos órganos dejen de funcionar como lo harían de forma normal.
Como recomendación para evitar choques térmicos en este verano, deja abierta tu puerta al menos 30 segundos para que el cuerpo se aclimate a esa sensación, además de que las temperaturas del exterior y el interior se mezclan, previniendo que “te quedes chueco”.
Es pertinente mantener el cuerpo hidratado, sin embargo no es recomendable (si estás en un ambiente caluroso) esperar a sentir sed para tomar agua.
De igual manera, es importante limitar el consumo de comidas grasas en esta época de calor y bebidas alcohólicas, en cambio se aconseja comer frutas y verduras.
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Estos son los síntomas de “quedarse chueco":
- Sed intensa y sequedad en la boca
- Temperatura mayor a 39º C (medida en la axila)
- Sudoración excesiva
- Sensación de calor sofocante
- Piel seca
- Agotamiento, cansancio o debilidad
- Mareos o desmayo
- Vértigo
- Calambres musculares
- Agitación
- Dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos
- Dolores de cabeza (sensación de latido u opresión)
- Estado de confusión, desorientación, delirio o incluso coma o convulsiones.
Información proporcionada por el estudio del doctor David Geffen School of Medicine at UCLA
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