Todo ser humano cuenta con temores hacia algo, puede ser a las alturas, los insectos, una buena película de terror quizá hasta a un lugar como el mar o incluso a algo como la soledad.
Existen situaciones de peligro, también paranormales, donde tememos encontrarnos con algo que no sepamos explicar y que este más allá de nuestros conocimientos.
Sin embargo, el mundo es un lugar por sí mismo sorprendente y hermoso, pero también misterioso y peligroso, pues aquí vivimos los seres humanos, seres imperfectos que son sumamente complejos, seres que pueden llegar a ser actores de acciones tan horribles que son tan inexplicables como lo sería ver un fantasma en tu cuarto de noche.
El cómo funciona el cerebro, es cosa de otro tipo de nota, hoy les traemos un pequeño recordatorio de que los mayores temores y horrores pueden ser más reales que todo aquello que podríamos ver en la película de terror más taquillera.
Hoy comenzaremos a mirar las historias de algunos asesinos en serie que impactaron al mundo y, sobre todo, le recordaron a la gente que la vida real siempre es más impactante que el ficticio.
Ted Bundy “El asesino de señoritas”
Cuando nos acercamos al terreno de los asesinos en serie, es imposible pasar de largo cuando vemos el nombre de Ted Bundy en cualquier lista sobre ellos, pues marcó un antes y un después de cómo la gente suponía que se comportaban y miraban los psicópatas.
Theodore Robert Bundy nació en Burlington, Vermont, en Estados Unidos un 24 de noviembre de 1946, desde muy pequeño creció en medio de un engaño, pues su madre al no poder contar con el apoyo del padre biológico, para evitar el escrutinio público de ser una madre soltera, le creó una farsa a su hijo, donde él creció creyendo que ella era su hermana mayor y sus abuelos, sus padres.
En 1951, ya viviendo en Tacoma, Washington, su madre se casa con un cocinero del Ejército, de quien Ted adoptó el apellido Bundy.
Si algo sorprendió de Bundy, fue su particular forma de ser, pues contó con una gran inteligencia, perspicacia e ingenio, siendo siempre un estudiante aplicado en la universidad, donde se matriculó tanto en Psicología como en Derecho.
Bundy estuvo involucrado en actividades comunitarias y se relacionó con figuras importantes del Partido Republicano de los Estados Unidos, siempre recibiendo buenas críticas por su capacidad intelectual y para desenvolverse.
Sin embargo, Bundy ocultaba una cara que nadie conocía, detrás de esas perspicacia y sonrisa encantadora, se encontraba un hombre atormentado por su pasado con su madre, y quien desarrollaba deseos sexuales cada vez más aberrantes.
Se especula que Ted comenzó a destapar ese lado suyo que había mantenido a raya tantos años tras una ruptura amorosa con Stephanie Brooks, una joven de quien se enamoró en 1967, una chica de familia acomodada, quien lo dejó por ser alguien inseguro y que no sería capaz de lograr algo en la vida.
Fue tanto su obsesión con ella, que tiempo después logró que ella se enamorara de él, para luego abandonarla sin decirle nada y casi todas sus víctimas, presentaban similitudes físicas a ella.
Se tiene conocimiento que Bundy comenzó sus primeros actos violentos en 1974, cuando el 4 de enero se coló en el cuarto de una joven universitaria de 18 años, golpeándola con una palanca metálica y después violarla. La chica logró sobrevivir, pero con daño cerebral permanente.
Con 27 años y tan sólo 27 días después de este suceso, Bundy atacó a la estudiante de Psicología Ann Healy de 21 años, atacándola en la misma Universidad de Washington, dejándola inconsciente y raptándola.
Nadie se percató de esto hasta el día siguiente. Los restos de la joven fueron encontrados un año más tarde en una montaña.
Ese año de 1974, una serie de desapariciones empezaron a ocurrir en Washington, siendo un total de 8 mujeres entre febrero y julio.
Se sabe que Bundy tenía dos maneras de actuar, una era atacar de noche, sin embargo, también era capaz de atacar durante el día, utilizando métodos de engaño, uno de ellos que se haría famoso, donde pedía ayuda a las jóvenes con un yeso falso en su brazo, haciéndolas ir hacia su coche para ayudarle con unos libros, cuando ellas entraban al coche, las golpeaba hasta dejarlas inconscientes y huir con ellas del lugar.
A pesar de las investigaciones por parte de la Policía local, las pocas pistas y el modus operandi del asesino, el cual, a pesar de ser descarado, parecía salirse con la suya.
Terror en Utah
Cuando las investigaciones por parte de las autoridades se volvieron cada vez más grandes, Bundy sintió la presión, sin embargo, lejos de buscar frenar, decidió mudarse a Utah para despistar a sus perseguidores.
Además, Bundy era un gran maestro del disfraz, pues podía cambiar su aspecto físico al grado de volverse casi irreconocible.
Se mudó a Midvale en el Estado de Utah a finales de agosto de 1974 y se matriculó en la Facultad de Leyes de la Universidad de Utah, utilizando su disfraz como estudiante modelo.
La primera muerte registrada se suscitó en el mes de octubre, cuando una joven de 16 años desapareció cerca de una tienda, nunca pudieron encontrar su cuerpo.
Dos desapariciones más se dieron durante dicho mes, el día 18 secuestró a la hija del sheriff local mientras ella iba a pasar la noche con una amiga. El cadáver fue encontrado nueve días más tarde, presentaba signos de ser torturada y violaba durante días.
El 30 de octubre, una joven de 17 fue secuestrada saliendo de una fiesta de Halloween, siendo encontrado su cadáver en una montaña cercana, su cráneo había sido golpeado con algo metálico y posteriormente violada.
El asesino cometería su primer error en noviembre, cuando tras tratar de raptar a Carol DaRonch frente a un mall en Murray, Utah, ella logró escapar después de un forcejeo, donde Bundy había fingido ser un policía.
DaRonch contó todo lo sucedido en la comisaría, logrando así tener una primera descripción gráfica del sospechoso, así como de un coche, un Volkswagen. Ese mismo día, Debby Kent de 17 años desapareció en el estacionamiento del instituto escolar Viewmont al cual había ido para ver una obra de teatro con sus padres, gente declaró más tarde que había visto el coche en el lugar.
Muertes en Colorado
Tras cometer sus primeros errores, Ted decidió cambiar el lugar de sus ataques, por lo que viajaba constantemente a Colorado, donde cometió seis horribles asesinatos más, cada vez sus métodos eran más agresivos y descuidados.
Por primera vez en su historia, varios departamentos de policía trabajaron de manera conjunta, iniciando una cacería ante un asesino que ya había cobrado cerca de 20 víctimas en tres distintos estados y cuyas investigaciones se vinculaban entre sí.
Fue gracias a un retrato hablado que una amiga cercana de quien era la novia de Ted en ese entonces lo reconoció como el potencial asesino, llamando de manera anónima a la Policía, algo que también hizo la propia novia.
Sin embargo, la Policía no tomó mucho énfasis en esto, hasta que el 16 de agosto de 1975, un patrullero detuvo a Bundy en su coche por una infracción menor. Tras tratar de darse a la fuga, fue detenido, encontrando posteriormente en su coche una palanca de metal, esposas, cinta y más objetos sospechosos.
Juicios inusuales y los brutales crímenes en Chi Omega
Los juicios contra Bundy comenzaron en 1976, mismos que fueron de mucho morbo y el cual fue creciendo conforme éstos se fueron dando, incluso llegando a ser transmitidos, algo que nunca había sucedido en el país estadounidense.
Bundy permanecía tranquilo y esbozaba una enorme sonrisa cuando las cámaras lo apuntaban, incluso sorprendió a todos al defenderse a sí mismo como su propio abogado.
Pero conforme el tiempo fue pasando, fue perdiendo compostura, aunque siempre negó cualquier acto que lo implicara con los actos.
Durante este tiempo se fugó una primera en dos ocasiones, la primera hacia las montañas en la Corte de Aspen, saltando desde una ventana, después de su captura, alegó que sólo quería volver a disfrutar del aire libre.
En 1977 volvió a fugarse, ahora huyendo hacía Chicago y Florida, utilizando un nombre falso y robando coches, sería en este último sitio en el que perpetró un ataque sin precedentes a la fraternidad universitaria Chi Omega de la Universidad de Florida.
La noche del 14 de enero, Bundy se coló en las instalaciones, asesinando a dos jóvenes, ambas con el cráneo destrozado y una de ellas violada de manera brutal.
También otras dos jóvenes fueron heridas gravemente, pero lograron sobrevivir a los violentos ataques que indignaron al Estado.
Un mes más tarde, Bundy cometería un brutal asesinato más, ahora a una niña de tan sólo 12 años de edad, que raptó y que murió al ser abusada sexualmente.
Bundy fue capturado tiempo más tarde en Pensacola, Florida y tras varios juicios, así como apelaciones ante la pena de muerte, fue ejecutado el 24 de enero de 1989 cuando tenía 42 años de edad en la silla eléctrica.
Hasta el final de sus días Ted negó todos sus cargos, aunque se especula que fueron un total de 30 víctimas fatales.
Bundy fue un caso especial entre todos los asesinos, un psicópata por excelencia, capaz de camuflarse y con un gran intelecto.
Él no atacaba a prostitutas, quienes suelen ser más vulnerables por su estilo de vida más oculta, Ted engañaba a jóvenes universitarias, chicas con personalidad, dinero e intelecto por encima del promedio, chicas que no se dejarían engañar por cualquier palabra.
De igual manera, atacaba dentro de las mismas universidades, atacaba de día, burló al sistema, se fugó en más de una ocasión y logró evitar su muerte durante muchos años siendo su propio abogado.
Ten Bundy siempre será un claro ejemplo de que la maldad en las personas en algo que va más allá de su apariencia, educación y estilo de vida, la mente y el comportamiento humano son realmente aterradores.
Previo a su muerte, durante una entrevista, Ted se sinceraría y echaría la culpa a la pornografía violenta, aunque ésta es consumida por millones de personas de ambos sexos sin llegar a convertirse en asesinos, al igual de asegurar que mucha de esa rabia era hacía su madre.
Además, diría una de sus frases más recordadas e inquietantes: “nosotros, los asesinos seriales, somos sus hijos, somos sus esposos, estamos en todas partes, y habrá más de sus niños muertos mañana”.