Los movimientos telúricos en Sonora no son un tema nuevo, a diario se presentan oscilaciones de las placas tectónicas que provocan microsismos, en ocasiones imperceptibles, principalmente se registran en los municipios de San Luis Río Colorado, los ubicados en la zona costera y en los alrededores de la Sierra de Bavispe.
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En el Estado de Sonora existen dos áreas sísmicamente activas. La primera es provocada por el movimiento de la placa del Pacífico, la cual se está desplazando con respecto a la placa Norteamericana aproximadamente en dirección Noroeste a lo largo de una serie de fallas transformantes que unen centros de expansión, cuya actividad lentamente está alejando a la Península de Baja California del resto del país a una velocidad promedio cercana a 3.6 cm por año.
La segunda zona sísmica se encuentra en la Falla Pitaycachi, lugar donde se detonó el sismo más relevante del Estado de Sonora, ocurrido el 3 de mayo de 1877, conocido como el temblor de Bavispe.
Debido a que ocurrió años antes del inicio de la era instrumental en sismología, no se tiene una medición exacta, sin embargo, por métodos de inversión, mapas de intensidades y daños generados en esa localidad, se le ha asignado una magnitud cercana a M=7.4. Desde entonces, la mayor parte de la actividad sísmica registrada se concentra en la región epicentral del terremoto de 1887, cuya ruptura superficial fue de más de 100 km de largo.
La doctora Gema Karina Ibarra Torúa, ingeniera civil y minas especialista en sistemas sismológicos aplicados de la Universidad de Sonora, explicó que en Sonora el municipio de San Luis Río Colorado se encuentra en una zona de una alta intensidad sísmica, siendo esta área, junto con Puerto Peñasco, la más propensa a sismos por el movimiento de la placa del Pacífico.
Asimismo, en todas las ciudades ubicadas en la zona costera colindantes con el Golfo de California pueden presentarse temblores de intensidad media, al igual que los alrededores de la Sierra de Bavispe y el valle de San Bernardino, a lo largo del frente occidental de las montañas de la Sierra Madre Occidental.
Mientras que el resto de los municipios pueden ser sujetos a sismos de magnitud baja.
Sismos en Nacozari no es algo nuevo
Durante este 2021, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró que tan sólo durante agosto en la zona de Nacozari de García se presentaron 60 sismos, es decir más del 44% de los presentados en Sonora en lo que va del año.
Los movimientos telúricos iniciaron el 23 y 26 de junio, con magnitud menor a 4, y manteniéndose en calma hasta el 31 de julio, cuando durante la tarde se registró un sismo de intensidad moderada que alcanzó una magnitud 5 y fue perceptible por los pobladores.
A éste le siguieron nueve movimientos más durante el día, los cuales siguieron por todo agosto, pero ya de menor intensidad e imperceptibles para la población.
La especialista en sismos, Gema Ibarra, comentó que desde hace años se presentan microsismos en la sierra que colinda con Chihuahua, por lo que incluso el Manual de diseño de obras civiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya cataloga esa área del país como una zona altamente sísmica.
Estos microsismos en la Sierra de Bavispe, explicó, se debe a que hace millones de años era una zona de vulcanismo, que fue lo que creó la Sierra Madre Occidental.
“La tierra es joven se está formando está evolucionando, está creando cerros, y también se están subduciendo placas” es por ello que se presentan los movimientos en la tierra.
Podría presentarse un sismo magnitud 9
El estudio de los sismos es una ciencia nueva que data de alrededor de 200 años, por lo que aún falta mucho por descubrir y por el momento no se puede predecir algún terremoto, pero se asume que es lo que puede pasar en el futuro.
Es decir, después de que en Sonora en 1887 ya se registró un movimiento magnitud 7.6 en la Falla de Pitaycachi y que actualmente, y desde hace años, se esté presentando microsismo en la Sierra de Bavispe puede suponer dos cosas.
La primera es que se está acumulando energía y en cualquier momento pudiera salir y alcanzar un sismo de magnitud 9.
Pero también, de manera contraria, pudiera ser que el subduciendo placas ya terminó y sólo sean movimientos leves y nunca más vuelva a suceder un sismo de la misma magnitud en la zona.
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“Nosotros como sismólogos no podemos asumir que va a pasar algo, pero asumimos que puede pasar uno magnitud 9”, indicó.