Dorángel Vargas: Asesinos seriales que impactaron al mundo

José Doráncel nació en Venezuela, mejor conocido como Dorángel, creció en el seno de una familia de escasos recursos, los cuales se dedicaban sobre todo a la agricultura

Francisco Hernández | El Sol de Hermosillo

  · sábado 23 de enero de 2021

Foto: Cortesía | @LorenzoCal14

A lo largo de la historia los casos de asesinos seriales más famosos, siempre parecen provenir de Estados Unidos. Lamentablemente para nuestro vecino del norte, este ha sido un problema que vio su mayor apogeo durante los años 70 y 80.

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Sin embargo, Latinoamérica no ha estado exenta de este tipo de casos, incluso, los asesinos no sólo se han hecho presentes, sino que cuentan con algunos de los más prolíficos o aberrantes de toda la historia.

Durante nuestra vida, aprendemos que algunas frases que parecen trilladas, pueden ser más reales de lo que pensamos, pues como bien sabemos, la realidad siempre supera la ficción.

Foto: Cortesía | @_TheRedShadow

El comegente

José Doráncel Vargas Gómez, nació un 14 de mayo de 1957 en Venezuela. Mejor conocido como Dorángel (por un error en los medios), creció en el seno de una familia de escasos recursos, los cuales se dedicaban sobre todo a la agricultura.

Logró estudiar hasta el sexto grado de primaria, pero tras estar en prisión algunas veces por robo de ganado y gallinas por hambre, culminó en una vida como vagabundo.

Desde entonces, ya llamaba la atención de otras personas sin hogar que delinquían con él, pues prefería comer la carne cruda. A pesar de tener ciertos indicios extraños, nadie lo miraba más allá que algo extraño, pues era una persona sumamente amable y tranquila.

En 1995, Antonio Guerrero, un vagabundo de la ciudad, llegó a la comandancia totalmente agitado, diciendo que otro vagabundo se había comido a una persona.

Los policías en vez de creerle, comenzaron a reír, pensando que el hombre estaba borracho o drogado. Sin embargo, volvió a denunciar que este vagabundo que vivía debajo de un puente cerca de donde él pasaba la noche, se había comido a su compañero.

Foto: Cortesía | @Igalactic_

Las autoridades, decidieron asistir al sitio, no pudieron contener su sorpresa y asco ante la escena que encontraron. Un hombre de aspecto bonachón, los saludaba de manera sonriente, mientras que estaba manchado de sangre y rodeado de manos y pies cercenados.

Dorángel, paso a la fama casi de inmediato con el apodo que lo inmortalizo como el “comegente”. Según investigaciones, vivía debajo del puente junto a Cruz Moreno, quien paso a ser su comida.

A pesar de su accionar, el hombre parecía sumamente tranquilo e incluso hablaba con sus captores sobre las mejores recetas antropófagas. De igual manera, fue diagnosticado con un tipo de esquizofrenia, pasando a ser internado en el Instituto de Rehabilitación Psiquiátrica de Peribeca en Táchira.

De manera inexplicable, tras dos años internado en este lugar, fue dado de alta por buena conducta, saliendo en libertad incluso sin ningún tipo de cuidado o custodia; algo que lamentarían tiempo después.

Lejos de ser un caso aislado, se convirtió, literalmente, en su pan de cada día. Dorángel vivía en una casa que improvisó en una granja abandonada en la ciudad de San Cristóbal. Era conocido entre los vecinos como alguien amable y tranquilo.

Solía estar en su casa durante el día y pasar las tardes y noches recorriendo la ciudad, llevando una tubería consigo.

Foto: Cortesía | @melanchoholicg

Según sus mismas declaraciones, golpeaba a sus víctimas con este objeto hasta matarlos, los llevaba a su casa tal cual presa cazada y ahí preparaba con ellos sus comidas.

Parecido a alguien que elije la carga que llevará a casa, él seleccionaba a sus víctimas de manera muy especifica a su paladar. Gustaba de comer hombres de entre 30 y 40 años de edad, quienes estuvieran en buena condición física, sobre todo ejercitándose; nunca comió mujeres ni niños.

Preparaba caldos, carne asada, filetes, platillos variados e incluso se sabía que realizó parrilladas en las que invitó a otros vagabundos a su casa a comer o empanadas a sus vecinos, sólo que ellos no sabían, que estaban comiendo la carne de otras personas.

Tras varias desapariciones de personas en la zona, las autoridades cerraban cada vez más el circulo y realizaban ya investigaciones más extensas, hasta que lograron dar con los primeros restos de hasta seis personas descuartizadas en un parque.

Al principio, creyeron que se trataba del trabajo de alguna banda de narcotraficantes, carteles que eran comunes en esa zona, probablemente un ajuste de cuentas.

Todo pudo haber terminado ahí, pero un policía recordó que tiempo atrás, había escuchado del caso de un vagabundo que comió a un compañero suyo y que, al igual que lo encontrado en los rastrillajes, descartaba las manos y los pies.

Iniciaron la búsqueda de Dorángel y más pronto que tarde, dieron con su casa improvisada, lugar que los agentes no olvidaran jamás.

Foto: Cortesía | @MechadaCarne

Según los investigadores, todo estaba acomodado de manera precisa, carne humana en sartenes, ollas, carne finamente cortada. En la basura, encontraron los desechos, cabezas, manos y pies.

Dorángel afirmaría después de ser capturado que sólo comía partes con músculos, sobre todo muslos y gemelos.

Aseguró que, al no contar con un método para poder refrigerar la carne, tuvo que matar más personas de lo previsto. Todo sea por la carne fresca.

Juicio

Se pudieron confirmar un total de 10 víctimas por las cuales fue encontrado culpable en el año de 1999. Según sus propias declaraciones, comenzó a comer gente de manera regular desde 1997, aunque se especula, que pudiera tener alrededor de 40 asesinatos.

Dorángel pasó a la historia como uno de los asesinos más horrendos de la historia por el hecho del canibalismo, sin embargo, nunca mostró signos violentos ni opuso resistencia alguna.

Contrario a lo que se podría especular, se mostró cooperativo siempre con las autoridades y medios de comunicación y en más de una vez aseguró no sentir remordimiento por sus actos, de hecho, explicaba que lo había hecho por necesidad y prefería eso, ha seguir muriendo de hambre.

Foto: Cortesía | @MechadaCarne

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En la actualidad, se encuentra encerrado en la Dirección de Seguridad y Orden Público del Estado de Táchira, aunque es mentalmente imputable, Venezuela no cuenta con un sitio adecuado para encerrarlo, por lo que lo mantienen en prisión, lugar en el cual pasa sus días tranquilamente.

Si bien no ha vuelto a probar carne humana, jamás ha dejado de asegurar que su sabor es inigualable y sin arrepentirse de lo que hizo.