Lourdes Aguilera se dedica a la elaboración y producción de piñatas desde hace más de 20 años, en sus inicios trabajó en un negocio familiar haciendo diseños del producto, al pasar de los años le cedieron los derechos al ser una empleada de confianza y fue así como creó su empresa Pyñatynas.
Al ser propietaria del lugar comenzó a dirigir el negocio mientras sus hijos la acompañaban durante el proceso de fabricación, como es el caso de Corina Sánchez, quien trabaja con su madre hace 12 años y se encarga de dar el detallado en cada pieza que elaboran.
“Es un negocio familiar, nos ayudan mis hermanos, primos, sobrinas y algunos jóvenes estudiantes, este año es muy diferente, un hecho extraordinario, el año pasado había dos personas más ayudando en el negocio pero por la pandemia tuvimos que recortarlas”, mencionó Corina.
Este 2020, el número de trabajadores redujo a sólo 2 personas, pues las ventas disminuyeron y la producción bajó hasta un 50%. En años anteriores en el mes de noviembre se preparaban para la fabricación de 300 piezas en su mayoría extragrandes, este año esperan al menos hacer 150 piñatas.
“Esperemos vender al menos la mitad de las piñatas con toda la ilusión y la fe que vendíamos años anteriores, nos empezamos a preparar desde el mes de octubre y tenemos un estimado de 200 piñatas mínimo para la venta”, señaló.
En el mes de marzo se hizo un decreto para la cancelación de eventos sociales por lo que Corina empezó a vender las piñatas a través de Facebook, asimismo contaron con el apoyo de los clientes más antiguos para generar sus ingresos durante la contingencia y subsistir los siguientes meses.
“Nos dedicamos a la venta de piñatas para eventos, por eso nos vimos muy afectados porque el ingreso más grande que tenemos es la venta a locales de fiesta para sus paquetes y también surtíamos a una dulcería”, explicó.
Cada semana elaboraban alrededor de 20 piñatas, ante la pandemia sólo hacen de 2 a 3 piñatas semanales. Los precios pueden variar de acuerdo al diseño y varían entre los 200 hasta 1,000 pesos.
“Esperamos que diciembre sea igual de bendito que todos los demás y que conservemos la salud, estamos esperando esta temporada para poder reponernos, aprovechar el último aliento del año, lo único que nos queda es seguir trabajando en la mejor temporada del año y por más mínima que sea la venta, sabemos que sí habrá, estamos preparados”, dijo.
Corina compartió que al terminar el año cambiará la ubicación de la piñatería a casa de su mamá Lourdes, ya que el lugar donde se encuentran es rentado y debido a la poca venta que han tenido no podrá continuar manteniendo ese gasto, sin embargo, no dejarán de trabajar en su proyecto.
“Seguiremos trabajando y esperamos que las expectativas sean cumplidas, mi mamá y yo estaremos trabajando, ella se encarga de hacer los moldes de fibra de vidrio con la finalidad que esté más elaborada, también hizo las piñatas que sirvieron como molde para hacer las piñatas y yo me encargo de detallarlas, colocar el papel china, el acabado y mi mamá hace las transformaciones”, explicó.
La familia considera que lo más difícil que se ha presentado en los últimos años es la falta de periódico impreso pues está escaso y afirman que el actual es más delgado y pequeño por lo que se encuentran en busca de otras alternativas para continuar produciendo piñatas.
Para adquirir alguno de las coloridas piezas se puede dirigir a García Aburto número 296 entre 12 de Octubre y Monteverde, también hacer sus pedidos a los números 6621200292, 2851040 y 6623745256 o por medio de su página oficial en Facebook Pyñatynas.
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“Disfruto mucho lo que hago, en sí toda la elaboración, siempre hay algo por que celebrar y eso se comparte, sobre todo en Navidad y pues esperemos que nos apoyen a los comerciantes locales y los clientes que se han mantenido agradecemos mucho sus compras, hay que continuar la vida lo más feliz que se pueda y esperemos que nos salve esta Navidad”, concluyó.
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