El Aikido es un arte marcial japonés desarrollado en el año 1920, formándose como tal en 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, con el único objetivo de promover la paz, sin utilizar el uso excesivo de la violencia.
Con un poco más de 10 años practicándolo, Aldo Flores, representante de Aikido Shinbu Dojo en la ciudad de Hermosillo, señaló que la manera de enseñar esta disciplina (conocida como el arte de la paz), es de una manera tradicional.
“El maestro Morihei Ueshiba, el fundador, era un idealista, él quería realmente una técnica marcial que unificara a las personas y difundiera un mensaje positivo, esa es la raíz del Aikido, por eso lo hace tan complicado”, mencionó Flores.
Muchas de las prácticas utilizadas en esta rama, son una mezcla del Jiu-Jitsu y el Kenjutsu, aplicadas en la defensa, que tienen que ver con la contención de ataques sin recurrir a la violencia extrema.
“El que llega aquí es porque está buscando algo diferente, no es algo que vayas a ver en la televisión, no es tan conocido, pero tiene mucha tela de donde cortar para diferentes tipos de gente, gente que lo toma como una actividad física, como un estilo de vida y otros que lo toman como una filosofía”, agregó.
El sensei Aldo considera esta disciplina como un estilo de vida, pues él buscaba algo diferente a las artes marciales convencionales, donde utilizan patadas y puñetazos para acabar con su oponente, afirma que es un arte muy noble, pues al final del entrenamiento, “logras controlar a tus demonios internos, llegando a un estado de paz mental”.