José Alfonso Yescas es historiador de profesión y apicultor de corazón, pues desde hace 2 años se dedica a la preservación de las abejas.
Comenzó con una campaña de enjambres, poco a poco se fue adentrando más al tema hasta llegar con grupos de ambientalistas a quienes impartió cursos y talleres para los interesados en la apicultura.
“Empecé a buscar información en redes sociales, vi algunos videos e investigué en cualquier parte donde me pudieran brindar los conocimientos teóricos de la apicultura porque los prácticos ya los tenía con mi papá, él tiene toda la experiencia, lleva 35 años trabajando en esto”, comentó Alfonso.
La importancia es dar la historia de la llegada de las abejas en Sonora, conocer la diferencia de esta especie en la colmena, la abeja reina, las obreras y los zánganos, cuáles son las funciones de cada uno, conocer los bastidores, las cámaras de cría, el panal, las celdas reales, entre otras cosas.
“Lo primordial en la apicultura es la miel, pero también puedes vender la jalea real, polen, propóleos, veneno de abeja, la apiterapia, venta de núcleos, venta de abejas reinas, la venta de abejas en sí es lo que está ahorita”, mencionó el apicultor.
En el estudio que realizó descubrió que estos insectos se extinguían a nivel mundial, México tenía un 40% menos de abejas en relación con otros países. La campaña del rescate de enjambres en la ciudad fue reconocida por los habitantes y tuvo muy buena respuesta.
“La gente nos busca antes de hacer algo contra las abejas, están más interesadas en salvarlas y no matarlas como la mayoría de personas lo hacen, siempre es bueno tener bases teóricas de lo que es la abeja y la apicultura”, añadió.
En el taller se pueden ver temas como la historia de la apicultura, cómo llegó a Sonora, manejo de las colmenas, floración apícola, ubicación de los aviarios, el manejo de la miel y ciertos productos de la colmena, así como también la práctica en el campo con su respectivo material traje especial de apicultor, guantes, humo, etcétera.
“Me di cuenta que en Hermosillo no hay conciencia sobre el cuidado de las abejas, la mayoría de las personas interesadas son ambientalistas”, dijo.
Actualmente en la ciudad de Hermosillo hay una gran cantidad de enjambres, en los meses de abril y mayo hay más de lo normal, el 80% se encuentran en el Norte y el 20% en el Sur.
Alfonso considera que lo más difícil de hacer apicultura son las picadas de las abejas, así como también trabajar bajo los rayos del sol y utilizar de manera adecuada el equipo.