Janet Cruz es una joven emprendedora, hace un año inició con su empresa de aderezos artesanales, Cruz de Olivo, con la finalidad de ofrecer productos naturales, sin conservadores y con un ingrediente especial de la receta familiar.

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Todo empezó cuando Janet viajó a una ciudad de España como parte de un intercambio escolar y conoció el tipo de alimentación había en el lugar. “Todo era muy orgánico, muy naturales, libres de conservadores y azúcares, vi que manejaban productos más saludables que aquí en Hermosillo, entonces pensé que podía hacer un producto más natural”, comentó.

Su tía Josefina la motivó a seguir con la tradicional receta familiar, pues considera que fue quien fomentó el amor por los aderezos, ya que cuando era pequeña le gustaba visitarla para degustarlos.

En una ocasión comenzó a cuidar su alimentación, el nutriólogo le prohibió muchas comidas y entre ellos aderezos con los que las acompañaba. “Me acordé de los aderezos de mi tía y le pedí permiso para usar su receta, primero los elaboré para mi casa, para mi familia pero siempre que iban visitas preguntaban por el, siempre me hacían muy buenos comentarios y fue así que decidí empezar con mi marca, aderezos hechos a base de aceite de oliva y vinagre”, señaló.

Para conocer sobre los procedimientos para crear una empresa se acercó a familiares y amigos que vendían otro tipo de productos, debido a que nunca había tenido un acercamiento con los negocios.

Actualmente el producto se encuentra en Hermosillo, Obregón y Cozumel, se hacen envíos a todo México, así como también próximamente se distribuirán en restaurantes.

El sueño de Janet es manejar una línea de aderezos más naturales, dentro de su proceso para lograr su objetivo, se acercó a la Secretaria de Economía del Estado de Sonora para realizar el registro de marca, código de barras, también tomó cursos de capacitación para conocer la tabla nutrimental, contenido energético, gramos, porciones, entre otros.

“Quiero agradecer a Verónica de la Secretaría de Economía, porque gracias a ellos pude hacer realidad mis sueños de entrar a establecimiento más grandes, muchas veces lo primero que te piden para entrar a un mercado necesitas todos esos datos”, añadió.

Una de las preocupaciones de Janet es la mala alimentación de los ciudadanos, ya que la mayoría son procesados, así como también el cuidado del medio ambiente, ofreciendo el producto en envases que pueden ser reutilizables.

Señaló que siempre ha recibido el apoyo de su familia, son quienes la motivan día a día y que aunque a veces se sienta perdida siempre están ahí para ayudarla, también agregó que tienen que buscar ayuda en todos lados, acercarse a gente que crea en su proyecto y en la palabra del vendedor porque fue así como inició y se le dio la oportunidad de desarrollarse y crecer.

“Disfruto de todo lo que hago, me gusta explorar, capacitarme y sobre todo que a la gente le guste lo que hago, los buenos comentarios, me da mucha felicidad que les guste mi producto y que haya gente que le guste cuidarse y se preocupe por su salud”, consideró.

Para finalizar invitó a los ciudadanos a probar los productos locales para ayudar a la economía y siempre creer en lo que hagan, idear, planear y aterrizar el proyecto.

“Me he conocido mucho desde este último año para acá, he visto que me puedo enfrentar a muchos retos que no tenía idea que lo podía hacer, me ha dado seguridad, ya que no es fácil llegar a los 22 años para hacerlo, que el miedo nunca limite a hacer las cosas, he aprendido a ser más responsable y tolerante”, concluyó.