Efraín Méndez inició con la venta de playeras mágicas después de conocer una técnica de dibujar a mano sobre ellas, con la finalidad de obtener ingresos para apoyar al grupo de jóvenes de una iglesia al que pertenecía.
“Al principio, todo lo que ganaba del 100%, el 70% lo donaba a la causa y el 15% lo agarraba para invertir y el resto para los gastos personales”, comentó Méndez.
Con tan solo una playera, pintura especial e inspiración, se pueden lograr grandes cosas. La improvisación es parte fundamental del trabajo que “Efra” realiza, pues las ideas que van surgiendo las plasma y crea diseños de ensueño.
Aunque al principio su trabajo pintaba solo de sus propios gustos, con el paso del tiempo fue conociendo el interés del público.
“Hace dieciséis años que me puse a vender me fue muy bien, igual que en todos los trabajos, hay rachas buenas y hay rachas malas pero en general siempre es muy buena la respuesta de la gente”, añadió.
Uno de los retos que se enfrentan los artesanos es no contar con un espacio fijo para vender su trabajo y tengan que ser vendedores ambulantes en el área pública.
Efraín, nos comparte sus retos personales “Semanalmente quiero ir superándome, tener diseños nuevos para que siempre haya variedad o simplemente sacarle una sonrisa a una persona que haya tenido un mal día”, recalcó.
Todo el trabajo que se realiza es hecho por artesanos, las cuales comenta que es una actividad que aman, creaciones de ellos mismos y son hechos con mucho cariño.