Miguel Ciapara es un joven emprendedor que inició con su negocio de minipancakes en Parque La Ruina hace apenas unas semanas. Un día se encontraba navegando por Internet, su gusto por la cocina y los negocios lo llevó hacia un postre holandés el cual le causó curiosidad y un gran impacto, por lo que buscó los utensilios e ingredientes para cristalizar su iniciativa.
El postre se compone de doce piezas de minipancakes, los cuales se preparan al gusto, acompañados de frutas frescas, distintos tipos de dulces y chocolates, galletas, lechera, nutella, entre otros.
Miguel no solamente se dio la oportunidad de ofrecer un tipo de postre diferente, sino también de crear el mismo lugar donde los distribuye, una carreta de madera que diseñó él mismo con la ayuda de su familia, quienes lo acompañaron en el proceso para conseguir la madera, el triciclo, y hasta utilizar telas con distintos colores.
Son dos personas que brindan el servicio, uno de ellos es Eduardo, una persona con discapacidad auditiva, quien al enterarse por medio de un anuncio de Facebook sobre la oferta de trabajo decidió pedir una oportunidad.
Es así que Miguel decidió innovar en la forma de presentar el menú, diseñado con imágenes que ayudan al cliente a solicitar su orden y que esté en la misma sintonía que Eduardo.
“Nuestro primer cliente que vino le gustó mucho la forma de cómo logré desarrollar el negocio, de una manera fácil para que mi compañero entendiera, para que no fuera difícil al estar con las personas frente a frente”, comentó Miguel.
La aceptación de los hermosillenses ha sido muy buena, también los han visitado de otros lugares del país, a quienes agradecen pues aportan su granito de arena para que otros empresarios puedan incluir a las personas con alguna discapacidad.