Lo que empezó como un sueño de ser un buen guitarrista, terminó en un negocio de restaurar y dar mantenimiento a instrumentos musicales de cuerda.
Adalberto Salazar, hermosillense y vecino de la 5 de mayo, comenzó a trabajar con esta actividad debido a su interés por aprender a tocar la guitarra, quien después de adquirir más de 20 no logró alcanzar su objetivo y decidió repararlas.
“Fue hace seis años cuando puse en práctica la frase `hágalo usted mismo´ así que me compre algunos libros y empecé con el mantenimiento de guitarras eléctricas, acústicas, bajos, violines y ukuleles”, relató.
Desde un ajuste de cueros, cambio de cuerdas, unificación de sonidos, mantenimiento de madera y ajustes mecánicos, son parte de los procesos que se requieren dijo para el buen funcionamiento de un instrumento.
“No existe temporada alta, ni temporada baja, cuando menos lo piensas puedes tener muy saturado y otras veces hasta una semana sin nada de trabajo, pero lo complementamos con otras actividades como fabricación de pastillas para guitarras y bajos”, añadió Adalberto Salazar.