[Vídeo] María Álvarez tiene seis décadas brindando historias a cientos de lectores en la Olivares

Revistas Cantinflas fue un punto de referencia en Hermosillo, se podían encontrar los ejemplares más exitosos de La pequeña Lulú, Tom y Jerry y El pájaro loco, entre otros.

Nancy Álvarez

  · lunes 8 de julio de 2019

Especial

Por cerca de seis décadas, María Altagracia Álvarez de 92 años de edad se ha dedicado a la venta de revistas en la colonia Olivares.

Originaria de Soyopa, Sonora, llegó a Hermosillo para formar su familia y abrir el negocio Revistas Cantinflas que le brindaría múltiples satisfacciones.

El nombre surgió debido a que su hijo era imitador del “Mimo de México”, presentaba el personaje en fiestas, carnavales y otros eventos de la ciudad, también ganó algunos reconocimientos y señaló que todos lo reconocían por gran carisma y su forma de igualar movimientos, gestos y hasta su voz del cómico.

Su hijo mayor, Héctor Francisco, quien menciona ya falleció, inició con la venta de periódicos casa por casa, desde entonces su familia ha continuado con este oficio, aunque afirman que las ventas han disminuido debido la demanda en tiendas de conveniencia y a la falta de interés del público.

“Antes en este barrio yo era la número uno en vender el periódico, ahora la venta de todo está muy baja porque por donde quiera lo tienen, yo lo dejé de vender por esa razón”, afirmó.

Especial

Orgullosa de su trabajo, María recuerda los ejemplares que más se vendían, entre ellos la sección de niños con los personajes de La pequeña Lulú, Tom y Jerry, El pájaro loco, entre otros. Hoy en día solamente maneja revistas para adultos, sudoku, manualidades, Tv y novelas, crucigrama, etc.

También contó que las revistas que tenían más auge en aquellos tiempos era Vanidades, Proceso, El buen hogar, La última moda, Lágrimas y risas, las cuales ya no vende porque el público dejo de consumirlas.

Su edad y la disminución de su visión no han sido impedimento para que Altagracia comparta la alegría que siente al ver llegar a sus clientes, alegremente comparte su cariño hacía los vecinos de la colonia y lo mucho que disfruta de su visita, ya que menciona que sus compras le dan de comer el pan de cada día.

“Años atrás tenía muchas cosas que ofrecer a la gente, México me mandaba muy buenas revistas para chamacos y gente mayor, ahora ya se está acabando todo, ya no se preocupan por los niños, solo se ve violencia, balaceras y alcohol”, señaló María.

Uno de los deseos más grandes de Altagracia es que vuelvan los tiempos de antes, donde los niños leían publicaciones que contenían buena información, algunas cómicas y las que respondían todas sus dudas.

Especial


TEMAS