La danza aérea llegó de la ciudad de México a Sonora hace aproximadamente 15 años, con novedosas técnicas de baile en telas y trapecios. Hoy en día existe una gran población de ejecutantes de esta disciplina.
Hace 8 años, Francisco Nevares, instructor, comenzó a practicar este arte, el cual forma parte de su desarrollo físico y mental, acondicionamiento, ejercicio, entre otros.
“Tuve curiosidad al ver a algunos compañeros que lo hacían, lo intenté y nunca imaginé que me iba a gustar tanto y lo adopté en mi vida diaria”, comentó “Frank”, como lo conocen sus amigos.
La danza contemporánea y clásica han sido parte del desarrollo de Francisco para lograr los múltiples movimientos en las telas, el ballet le ha ayudado con la postura, reforzar los brazos, piernas y el contemporáneo en flexibilidad y movimientos.
“Cuando iba a la escuela tenía que llevar una materia extra curricular, entré a danzas mixtas y danza aérea, lo tomaba como una simple extra curricular hasta que llegó el momento en el que ya fue parte de mí y comencé a representar a la universidad a nivel nacional”, resaltó Nevares.