“Más que un tatuaje bien hecho o un retrato exacto, me gusta dejar una obra artística, algo único que conecte con el cliente en el sentido de que represente algo importante de su vida, pero también tenga una marca desde el artista, desde mí”, señala en entrevista Yatzil Elizalde acerca de su obra.
La tatuadora hermosillense está celebrando una década en el mundo de la tinta sobre la piel con una trayectoria impresionante que incluye haber trabajado codo a codo con Kat Von D y viajes alrededor del mundo como invitada a las convenciones más importantes de la industria.
Ahora, la artista de 29 años formará parte de la avanzada de Husttle Butter que participará como jueces y tatuadores invitados al Kow Muk Loon, la expo de tatuajes que tendrá lugar en Hong Kong el 16 y 17 de noviembre.
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“Espero que sea una buena experiencia y que tenga el tiempo de explorar para conocer y tener estas conexiones con los artistas de Asia, sorprenderme con los tatuajes de allá y ver cómo reacciona el público con mi arte, me dijeron que es muy diferente lo que yo hago. Me emociona ver esa parte también y estoy abierta para cualquier oportunidad”, apunta.
“Es muy impresionante que mi arte y lo que yo soñé en su momento, o lo que alguna vez pensé que era muy difícil o inimaginable esté sucediendo hoy en día, por ser también de Hermosillo, al ser una ciudad tan pequeña. Realmente era algo muy difícil, pero simplemente es algo que desde muy temprano veía posible y simplemente seguí trabajando y nunca me detuve hasta que eventualmente empezó a suceder.
“Y me da mucha felicidad y mucho orgullo decir que vengo de Hermosillo, Sonora y que ahora voy a estar representándolo al otro lado del mundo, en China, un lugar donde jamás he estado y que voy con un equipo de personas de Rusia, de Nueva York, de Europa y de prácticamente de todas partes del mundo”.
Sus inicios en la industria
Yatzil Elizalde se adentró al mundo del tatuaje a los 19 años, en una época en la que estaba viviendo su transición entre la preparatoria y la universidad, con su destino manifestándose delante de ella.
“Fue un momento decisivo de qué es lo que iba a hacer en la universidad y a qué me iba a dedicar. Y todo se redujo a que no podía aprender esta profesión en la universidad, al final tuve que dejarlo todo”, relata.
“Yo llegué a un local al que trabajaba de medio tiempo e iba cada vez que podía, hasta que me dijeron que si quería dedicarme a esto y quería ponerle todo el corazón tenía que ser al cien por ciento”.
Así, sus primeros lienzos en el tatuaje incluyeron a su círculo cercano, quienes refrendaron la confianza en su talento manifestado desde años atrás.
“Me resultaba fácil practicar en Hermosillo porque tienes compañeros que te apoyan, familia y amigos. Todo el mundo quería que practicara en ellos”.
Tras dos años de este aprendizaje surgió una oportunidad para conocer uno de los estudios más importantes de Ciudad de México, donde compartió espacio y conocimientos con los mejores tatuadores de todo el país.
Después, su carrera dio uno de sus saltos más importantes al acudir al llamado como Tattoo Guest Artist del High Voltage, el famoso estudio de Los Ángeles propiedad de Kat Von D, lugar al que eventualmente fue invitada a unirse como parte del equipo base.
“Vieron potencial en mí, me dijeron que si por qué no me mudaba a Los Ángeles, que podía trabajar con ellos y yo dije: '¿Por qué no?'”.
La decisión la llevó una vez más a dejarlo todo para explorar una nueva aventura que concluyó en el 2001, cuando llegó el cierre del legendario estudio que le abrió la puerta a millones de hogares con el reality show L.A. Ink.
Pero la aventura no terminó ahí, pues Yatzil ya tenía previsto su siguiente paso: engrosar las filas del Ganga Tattoo Studio L.A.
“Fue muy interesante pasar de estar con Kat al que considero que ahora es el mejor estudio en Los Ángeles y uno de los mejores en Estados Unidos. Me siento muy agusto estando ahí con muchos artistas increíbles de los que puedo aprender todo el tiempo. Y también seguir compartiendo con ellos y colaborando”.
En estos diez años de trayectoria Yatzil Elizalde ha desarrollado un estilo propio que ella ha denominado blurry, tomando como influencia la fotografía y la doble exposición, formando un cuerpo de trabajo que destaca por sí solo.
“Y poco a poco fui haciendo una evolución en el diseño hasta llegar a lo que hago hoy en día. Siento que me representa muchísimo y me gusta dejar huella en cada tatuaje que hago y crear una buena experiencia con el cliente”.
Tatuar a las estrellas
Su aventura angelina se ha visto nutrida con un currículum de clientes que incluye a figuras del cine, la música y los deportes, destacando los nombres de Lil Uzi Vert, Carín León, Rita Ora, Taika Waititi, Anthony Davis, Jake Paul, Mauricio Ochmann, Mike Will Made-It, Mario Worldwide, Tyga y Swae Lee.
“Me siento honrada, porque al final un tatuaje es algo para siempre y que las personas te elijan a ti para ello es muy especial. Nunca imaginé exactamente a quiénes iba a tatuar, pero sí decreté en algún momento, al principio de mi carrera, que iba a tatuar a personas muy importantes y que iba a llegar a muchas personas con mi arte. Pero todo ha sido muy sorpresivo para mí”, afirma con visible emoción.
“Han encontrado mi arte y han decidido llevarlo con ellos. Me honra bastante y es algo que de mi parte lo hago siempre desde el corazón y con todas las ganas”.
De entres miles de tatuajes y clientes con los que ha compartido gratas experiencias, Yatzil lleva consigo dos momentos muy especiales que han quedado registrados en su propia piel.
“Me gusta cuando hago una conexión genuina de amistad con mis clientes y he compartido la anécdota con dos personas que ahora son mis amigos a los que les he pedido que me hagan tatuajes, aunque ellos nunca hayan practicado ni sepan cómo hacerlo. Es algo muy divertido y he decidido llevarlo como experiencia”, cuenta divertida.
“La primera vez fue Swae Lee, que me tatuó un sagrado corazón. Le hice el stencil y le fui explicando y él estaba todo emocionado. Entonces es compartir ese sentimiento de la primera vez que yo tatué y que fue de mucha emoción y nervios, y ahora veo cómo ellos tienen ese sentimiento y lo están haciendo en mí, que es algo que voy a llevar para siempre”.
La segunda experiencia de este tipo ocurrió hace poco más de un mes al lado de Anthony Davis, la estrella de la NBA que actualmente viste los colores de los Lakers de Los Ángeles y que recientemente ganó el oro con el equipo de Estados Unidos en los pasados Juegos Olímpicos de París 2024.
“Él fue al estudio a tatuarse hace un par de semanas y en una sesión le dije que me hiciera el tatuaje con las iniciales de L.A. Estaba todo nervioso, pero fue un momento que compartimos llenos de risas y de emoción, porque al final no es algo serio, no es un tatuaje profesional, pero es una buena experiencia.
“Me acuerdo que Anthony ya se iba a subir a su carro y regresó corriendo mientras yo levantaba las cosas y me dice: 'Espérate, no le tomé foto' y tenía razón, porque era su tatuaje. Es una experiencia mutua”.
Regreso a Hermosillo
Yatzil Elizalde regresará la próxima semana a la ciudad que la vio nacer para realizar sesiones especiales en su estudio White Light, del 23 al 29 de octubre.
Para toda esa generación de artistas del tatuaje que viene detrás, la hermosillense tiene un último mensaje:
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“A veces lo vemos un poquito difícil o hasta imposible, pero siendo constantes y disciplinados podemos conseguir cualquier cosa, tanto en las artes como en otros aspectos de la vida, y hay grandes ejemplos de eso”.
Para más información sobre su trabajo y citas futuras pueden consultarse las redes sociales de @yatzil_tatts, @gangatattoola, @_whitelightmx y vía correo electrónico a tattoo@yatzilelizalde.com.
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