Agustín Carstens anhela un mejor cierre en Banxico tras gasolinazos e incertidumbre del peso

Alberto Maytorena

  · lunes 6 de noviembre de 2017

Foto: Alfredo Estrella / AFP

Carstens se va del Banco de México enmomentos en que los consumidores mexicanos enfrentan precios másaltos.

La inflación hasta septiembre llegó a 6,35%, un nivel quesuperó el objetivo del banco de 3% +/- un punto porcentual, anteel alza de las gasolinas al inicio del año y la depreciación dela moneda.

"Me gustaría que la foto de cierre hubiera sido mejor pero puesasí me tocó, pero sí me voy con la satisfacción de que cuandomenos dejo la inflación encaminada ya a una tendencia convergentehacia la meta del Banco de México",dice Carstens al confiar en que al inicio delpróximo año habrá un descenso en el nivel de precios.

Por ello, el funcionario aconseja que quien lo sustituya debeconcentrarse en vigilar la inflación.

"Obtener una inflación baja y estable es para mí unacondición necesaria para aspirar a un mayor crecimiento, mayorempleo, mejor distribución del ingreso, salarios mayores", dice.agustin-carstens.jpg

- El drama de Trump -

Cuando Donald Trump fue elegido para ocupar la Casa Blanca, elgobernador del Banco de México (central),Agustín Carstens, advirtió que podría ser unapelícula de terror para México.

Hoy, en medio de la aparentemente empantanada renegociación delvital tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos yCanadá y las continuas amenazas al país desde la CasaBlanca, Carstens dice que a veces no se sabequé género tiene esa película.

"Hay veces que es comedia y a veces es drama, la verdad es quetodavía no sabemos qué género es", dice a laAFP Carstens, un respetado economista de 59 añosque dejará el banco central a finales de noviembre para dirigir elBanco de Pagos Internacionales, una institución con sede enBasilea, Suiza, que coordina la cooperación entre bancoscentrales de todo el mundo.

Para Carstens, que llegó a la dirección delbanco central en 2010, "hay algunas ocasiones en que recibimosseñales cruzadas" sobre la negociación del tratado de librecomercio.

Es una de las razones por la que para el también exministro deHacienda el reto del banco central es "dar certidumbre en unambiente de incertidumbre".

- Decisiones antipopulares -

La atención que presta el Banco de México al TLCAN y larelación con Estados Unidos obedece a que una posible ruptura delpacto puede golpear al peso mexicano y eventualmente afectar a lainflación.

Ya hay experiencia. La posibilidad de que Trump cumpliera susamenazas de acabar con el TLCAN o bloquear las remesas a Méxicollevó al tipo de cambio a casi 22 pesos en bancos en enero de esteaño.

Sin embargo, ese es solo uno más de los episodios que hicierondel trabajo del Banco de México "un periodo bastante retador",como el mismo Carstens lo califica.

Desde diciembre de 2015, la Reserva Federal estadounidensecomenzó a elevar las tasas de interés y el banco central mexicanohizo lo propio para evitar que una mayor depreciación del pesocontaminara la inflación.

En el camino, otros episodios como la decisión del Reino Unidode abandonar la Unión Europea de junio de 2016 golpearon la moneday obligaron al banco a actuar, por lo que tras varios aumentos, latasa de interés de referencia llegó al 7% actual, lo más altodesde 2009 y un freno en la economía, según algunos.

"Tomar esas decisiones en unos años donde hemos tenido choquesconsecutivos y algunos persistentes pues sí ha exigido toma dedecisiones que no siempre son fáciles de comunicar y muchas vecesno es fácil para los mercados y la sociedad entender",dice Carstens.

"Al día de hoy yo diría que en los últimos tres años elBanco de México quizás haya sido uno de los cinco bancoscentrales que haya tenido que tomar las medidas de políticamonetaria más restrictivas", agrega.