En junio, la canasta básica, que agrupa la alimentaria y no alimentaria, presentó un aumento de cinco por ciento anual, con lo que los mexicanos pagaron hasta 4 mil 486.75 pesos por ella, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Este costo aplica para hogares de zonas urbanas y considera gastos de alimentación diaria, transportes, cuidados de salud, cuidado personal, entre otros rubros, según la actualización mensual sobre la línea de pobreza extrema por ingresos.
Para el caso de hogares en zonas rurales, el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria fue de tres mil 241.99 pesos, el equivalente a un incremento de 4.9 por ciento frente a junio de 2023, según el Coneval.
Si bien hubo un aumento anual en este rubro, el costo reportado en el sexto mes es el más bajo en lo que va de 2024, pese al incremento persistente de la inflación de los últimos meses.
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Si se considera únicamente la canasta alimentaria, el costo mensual en zonas urbanas fue de dos mil 302.24 pesos, mientras que en comunidades rurales fue de mil 759.79 pesos al mes.
A finales de mayo, el Coneval reportó que durante el primer trimestre del año, la pobreza laboral se ubicó en un nivel 35.9 por ciento, inferior a la registrada en el primer trimestre de 2020, cuando empezó la pandemia por Covid-19.
Esto significa que alrededor de 46.5 millones de mexicanos no tuvieron los ingresos necesarios para comprar la canasta básica en los tres primeros meses del año.
Al cierre de junio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que la inflación general en México alcanzó un nivel de 4.98 por ciento, con lo que hila cuatro meses consecutivos al alza. Los principales productos encarecidos fueron las frutas y verduras.