Criptomonedas: la confianza y el futuro de la moneda electrónica

Según un estudio, para septiembre de 2020 se estimó que existen más de 101 millones de usuarios de “criptoactivos” en el mundo

Gustavo Moreno | El Sol de Hermosillo

  · miércoles 9 de febrero de 2022

Según un estudio, para septiembre de 2020 se estimó que existen más de 101 millones de usuarios de “criptoactivos” en el mundo / Foto: Roberto Hernández | El Sol de México

La confianza es uno de los principales factores para que el bitcoin, así como las criptomonedas en general, sea utilizado como el dinero que empleamos cotidianamente, pues mientras se siguen discutiendo las ventajas y posibilidades que ofrecen este tipo de tecnologías, para algunas personas sólo es cuestión de tiempo para afianzarlo.

Te puede interesar: El Tesla Model Pi: así será el smartphone en el que trabaja Elon Musk

De acuerdo con el “Estudio comparativo global de criptomonedas”, realizado por la Universidad de Cambridge y Centro de Finanzas Alternativas, para septiembre de 2020 se estimó que existen más de 101 millones de usuarios de “criptoactivos” en el mundo, en comparación, un estudio previo de 2018 estimó un total de 35 millones de usuarios a nivel global, por lo que casi se triplicó esta cifra en dos años.

Al respecto, Carlos Roberto López Zambrano, doctorando en Desarrollo Regional en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), realizó una tesis de investigación para establecer que la confianza es el principal factor para la aceptación de esta criptomoneda.

Carlos Roberto López realizó una tesis de investigación para establecer que la confianza es el principal factor para la aceptación de esta criptomoneda / Foto: Cortesía | Pexels

Tomando como base las principales teorías económicas, partió de que la confianza en una moneda determina su aceptación dentro de la sociedad, por lo que levantó una encuesta de 198 cuestionarios a miembros de diferentes grupos en Facebook relacionados con las criptomonedas para demostrarlo.

Entre los resultados, destacó que la falta del uso de bitcoin como moneda de cambio influye en la aceptación generalizada y en su intención de hacerlo. De tal forma, el desconocimiento sobre este tipo de activos es el principal obstáculo para normalizar su uso en transacciones cotidianas.

En ese sentido, otro de los resultados que arrojó su encuesta es que el nivel educativo tiene una relación positiva respecto a la adopción del uso de criptodivisas, además de que los encuestados.

La confianza en una moneda determina su aceptación dentro de la sociedad / Foto: Adid Jimenez | El Sol de Morelia

“La mayoría de los usuarios tienen un nivel educativo de licenciatura o de posgrado, no era la intención encontrar eso, pero es muy importante porque puede que se decidan hacer más estudios sobre esto, si tiene que ver el nivel educativo o la preparación de las personas para entender estos conceptos y el funcionamiento de las criptomonedas”, dijo.

Para ello, señaló que es importante atender a las ventajas que ofrece su uso, como la bancarización y adherirse a sistemas financieros, por lo que un dispositivo electrónico con acceso a Internet podría facilitar el acceso a este tipo de servicios sin dilaciones. De manera que es importante que se genere información didáctica para que posibles usuarios conozcan más sobre el uso de las criptomonedas.

“En general, las criptomonedas van a seguir adquiriendo importancia debido a la facilidad con la que se puede acceder a otros mercados, en el sentido de que uno puede ofertar o crear una nueva criptomoneda con el objetivo de capitalizarse y no necesariamente deben ser negocios grandes, incluso hay criptomonedas que han surgido meramente como ideas”, agregó.

El nivel educativo tiene una relación positiva respecto a la adopción del uso de criptodivisas, además de que los encuestados / Foto: Cortesía | Pixabay

Características específicas

Marco Antonio Córdova Gálvez, economista de la Universidad de Sonora, explicó que el bitcoin es un activo financiero virtual con características similares al dinero fiduciario, pues se puede invertir directamente en él. Sin embargo, no es dinero como tal, ya que primero debe cumplir con tres funciones.

“Debe tener características específicas, como unidad de cuenta; es decir, por ejemplo, los precios de las mercancías, están en pesos. También debe ser utilizado como medio de cambio, es decir, que si voy a la tienda por un refresco, lo pago en pesos. Asimismo, también debe tener depósito de valor, o sea, que yo tengo 100 pesos y ese dinero me va a servir comprar mercancías dentro de un año”, detalló.

En ese sentido, el bitcoin ha tenido un especial recibimiento como depósito de valor, pues en los últimos años se ha visto un fuerte interés por la inversión en criptomonedas. No obstante, éstas no han sido aceptadas como medio de cambio en su totalidad, por lo menos no como el dinero fiduciario.

Existen factores socioeconómicos y culturales que vuelven menos factible el empleo de criptomonedas / Foto: Cortesía | AFP

De tal forma, señaló Córdova Gálvez, se trata de un activo financiero virtual que cada vez genera más confianza debido al método de minería digital a través de la tecnología blockchain, la cual incluso han adaptado diferentes bancos, pues esto ofrece mayor seguridad y transparencia dentro de las transacciones realizadas con bitcoins.

¿Quieres recibir noticias directo en tu celular? Suscríbete aquí a nuestro canal de WhatsApp

“Otra característica que tienen (las criptomonedas) es que tienden a ser activos de refugio. Esto significa que cuando hay situaciones de crisis económica, como la que hemos estado viviendo, con caídas del precio en las acciones, etcétera, muchos inversionistas tienden a comprar activos para refugiarse mientras pasa la crisis. Entre esos activos está el bitcoin y el oro, debido a la incertidumbre económica, lo que explica el crecimiento que ha tenido en los últimos dos años”, afirmó el académico.

A pesar de lo anterior, puntualizó, existen factores socioeconómicos y culturales que vuelven menos factible el empleo de criptomonedas como medio de cambio de manera generalizada, al menos en el corto y mediano plazo, por lo que será necesario un cambio de acceso a las nuevas tecnologías y de adaptación a este tipo de intercambios, especialmente para poblaciones más vulnerables y de la tercera edad.