La reapertura de las fronteras terrestres de Estados Unidos luego de 19 meses de restricciones sanitarias no fue la esperada para diferentes sectores, especialmente para el turismo y el comercio, lo cual se puede explicar debido a la inflación de precios en productos y servicios.
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Marco Antonio Córdova Gálvez, economista de la Universidad de Sonora, señaló que la región fronteriza entre México y Estados Unidos no está exenta del contexto inflacionario a nivel mundial, por lo que los precios de las mercancías, así como los servicios en los hoteles, están muy por encima en comparación al costo de hace dos años, en el periodo previo a la pandemia por Covid-19.
Para México, la inflación durante la primera quincena de octubre fue del 7.05%, lo cual es histórico, mientras que durante ese mismo periodo para Hermosillo la inflación fue de 6.9% y para Arizona de 6.0%, algo que es muy elevado para el país vecino del Norte, lo cual ha mermado el poder de compra de los ciudadanos, tanto estadounidenses como mexicanos.
“Si a eso le agregamos que el tipo de cambio del peso mexicano ante el dólar, se ha incrementado en las últimas semanas, hace dos meses andaba cerca de los 20 pesos, ahorita anda cerca de los 22 pesos, eso implica que al realizar alguna compra en el extranjero resulta aún más caro en pesos.
“Por lo cual si vemos un incremento en precios de mercancías y servicios, así como una depreciación del peso, en estos momentos resulta caro, para el ciudadano sonorense, ir al vecino Estado de Arizona ya sea de compras o por turismo, sobre todo si se compara con los precios de hace dos años, antes de la pandemia”, explicó el académico.
En ese sentido, agregó, se puede deducir que el flujo de visitantes de México a Estados Unidos no ha sido el que se esperaba antes de la reapertura de las fronteras debido a que resulta inviable para muchos ciudadanos sonorenses, por citar un ejemplo, ya que no hay incentivos para hacer un viaje de compras a la nación de las barras y las estrellas con esta situación económica.
Asimismo, a esto se añade la escasez internacional de diferentes mercancías, cuestión derivada del paro de producción en diferentes sectores industriales a consecuencia de la contingencia sanitaria y que todavía no ha terminado de restablecerse por completo.
Incluso, podría considerarse un nuevo hábito de consumo que entró en juego gracias al confinamiento social: las compras en línea. De tal manera, podría decirse que con la pandemia se ha modificado hasta cierto punto la forma en que las personas hacen sus compras y adquieren diferentes servicios sin necesidad de trasladarse.
“Otro factor, es que tras año y medio de cierre de fronteras, la expedición de visas ha sido muy lenta. Muchos ciudadanos que la tienen vencida tienen cita de renovación hasta un año, por lo que considero que eso también está influyendo, pero en menor porcentaje”, aseveró Córdova Gálvez.
Arizona afectado
Por otro lado, a decir de Felipe García, presidente interino de la Oficina de Turismo de Tucson, Arizona, se especuló que con la reapertura de la frontera se vería un abarrotamiento en los comercios de Estados Unidos, por lo que el país tomó medidas para agilizar el flujo de personas.
“Lo que ha pasado es que el Departamento de Aduanas de Estados Unidos, principalmente en la oficina regional de Arizona, que supervisa los puertos de entrada al estado, se ha hecho que en lugar de espera de que se hagan filas, se está haciendo un manejo en las casetas de entrada”, mencionó.
En ese sentido, Nogales, Arizona, tiene un promedio de horas disponibles mayor a otros cruces fronterizos y más casetas para permitir el paso de visitantes a Estados Unidos.
“Se especulaba una crisis, una histeria para cruzar la frontera, que no ha sido el caso, pero tampoco significa que nadie está cruzando. Sí se está dando, pero afortunadamente de una manera muy estructurada”, agregó.
No obstante, todavía no se cuenta con datos oficiales sobre algún repunte en el comercio local de Arizona tras la reapertura de las fronteras, el pasado 8 de noviembre, aunque García afirmó que se esperan resultados positivos, principalmente en la ocupación hotelera, en comparación con el periodo previo a la pandemia.
“Estamos viendo una inflación, en los hoteles ha subido la tarifa, pero la gente está pagando, por eso vemos que el mercado va arriba, estamos viendo movimiento e inflación, pero afortunadamente la economía sigue moviéndose muy fuerte”, finalizó.